Aumentó a 57 el número de reclusos fallecidos en una prisión del norte de Brasil, tras un motín y enfrentamientos entre bandas rivales que se disputan las rutas de la cocaína.
Del total de víctimas mortales, 16 fueron decapitadas y otras asfixiadas. Los hechos se registraron en la cárcel de Altamira.
Este tipo de incidentes son comunes en Brasil, debido a la lucha por el control de la distribución de la cocaína procedente de Bolivia, Perú y Colombia.