Airbus cerró este jueves una etapa con la decisión de dejar de fabricar a partir de 2021 el avión gigante A380, buque insignia de una compañía que cambia de rumbo por la falta de demanda de ese aparato, que podría afectar a hasta 3,500 empleos en Europa.
El anuncio se vio precipitado por la reducción de los pedidos de su principal cliente, Emirates, que ha sustituido parte de sus encargos por los modelos A330-900 y A350-900, que le parecen más eficientes, y se quedará finalmente con 123 unidades del A380, 39 menos de las previstas.
El consejero delegado de Airbus, Tom Enders, admitió en conferencia de prensa en su sede de Toulouse, en el sur de Francia, que aunque asumir el fin de su fabricación ha sido «doloroso (…), en los negocios hay que basar las decisiones en hechos, no en emociones”.
En su futuro inmediato está ahora evaluar el impacto que el abandono del A380 tendrá sobre los trabajadores de Airbus. En una carta remitida a los empleados, la empresa cifró entre 3,000 y 3,500 los puestos que pueden verse afectados.
El volumen dependerá de la implicación de sus diferentes centros de producción, lo que incluye a sus empleados en España, donde unas 200 personas trabajan en ese programa, del que se fabrican distintas partes en Illescas (Toledo, centro), Getafe (Madrid, centro), Puerto Real (Cádiz, sur) y Tablada (Sevilla, sur).
El director financiero de Airbus, Harald Wilhelm, apuntó en la presentación de resultados que los efectos sobre el empleo tienen que ser evaluados con mayor detenimiento y negociados con los sindicatos.
Tras conocerse la noticia, las centrales sindicales españolas pidieron a la compañía que garantice la estabilidad y el mantenimiento de los puestos, exigieron una reunión urgente el viernes con la dirección en España y no descartaron emprender movilizaciones en caso de ver peligrar los planes de empleo.
El programa A380 se lanzó en diciembre del año 2000 y su primer aparato entró en servicio en 2007. La compañía renuncia a su producción, pero el programa seguirá activo mientras los clientes sigan operando ese modelo, considerado el avión de pasajeros más grande del mundo.
Airbus fue consciente hace dos décadas de que su mercado iba a ser limitado y confirma ahora las predicciones de quienes advirtieron de que era un proyecto arriesgado.