Arturo Marvill 23 octubre, 2024
Regresó el miedo, regresó el pavor. Con eso jugó Bravos ante el mejor equipo del torneo. No le jugó con respeto, le jugó con una pánico a perder desde el primer minuto. La defensa de los fronterizos está hecha trizas. Ya el León los había evidenciado, por mucho la peor defensa de la liga y a la ofensiva, pues que decir. El panameño Rodríguez como loco y sólo hacia el frente, porque ni siquiera Estupiñán le alcanzaba la velocidad para poder acompañar al Puma. Y en la portería, un Benny Díaz que partido tras partido, exhibe un nivel universalmente inferior al del ausente Sebastián Jurado. Hasta los últimos minutos, Barbieri decide sumar más unidades al frente, ya cuando todo estaba completamente destrozado. Una pobreza de futbol, que el técnico brasileño trató por momentos de justificar por una aparente disparidad en el arbitraje, cuando fue más que evidente la infame actuación de FC Juárez desde el principio y hasta prácticamente el final. No es lo mismo jugar de visitante ante Santos y Puebla y echar campanas al vuelo, que recibir un golpe de realidad por el León y esta brutal muestra de que las cosas están muy mal ante Cruz Azul. Barbieri ya se quejó mucho al principio de la directiva, así que ya es hora de que la directiva se queje de él. Y de vuelta a lo dicho siempre, este equipo es la otra cara de la moneda del FC Juárez, la triste y paupérrima cara de un plantel, que sin ser tan malo, compite tan poco, o casi nada.
En el primer tiempo era más que evidente, Cruz Azul salió a comerse vivo a la visita, en pos de varios records por romper. Bravos con su postura de esperar atrás “haber que trae el rival”, actitud que muy pronto tendría funestas consecuencias. Al minuto 7′, viene el desborde del defensa, sí un defensa, Willer Dita por el lado derecho y con toda la libertad del mundo manda un centro quemante que la defensa de agua no atina en despejar, pues entre algunas piernas la pelota le cae al griego Giakoumakis, que dentro del área intenta driblar pero en su intento manda el balón hacia atrás, que justo le cae a Faravelli que sin pensarlo manda fogonazo pegado al poste que vence la estirada inútil de Díaz para el primero de la noche. Y viene la cero reacción de Bravos, de miedo implacable y no cambiar su postura y no querer recibir una goleada. Tanto pavor y errores mentales atrás, de Salcedo y compañía, no tardan en volver a cobrar factura. Al minuto 27′, la localía aprovecha una infame salida de la defensa fronteriza y al robar, Rotondi manda un centro al área donde sin marca y libre por completo, espera Ángel Sepúlveda que como viene puntea exquisitamente la pelota a un Benny Díaz que todo el tiempo se le vio dudoso de salir o quedarse, pasándole la pelota lenta por su derecha para introducirse a la portería. Estaba sentenciado. No, Bravos con su esquema y táctica jamás se iba a levantar de esta. El encuentro estaba de un sólo lado y Juárez lejos de reaccionar, seguía mostrando su pobreza futbolística que ya desde ahora lo despierta del sueño del play inn. Los azules seguían atacando por todos lados y creando múltiples opciones de peligro, pero para fortuna de los ahora de negro y verde, ya no hubo más anotaciones al cumplirse los 3 minutos extras agregados por el central Jassiel Reynoso.
En la segunda mitad la película se iba a repetir. No, Bravos no cambió el chip, seguían muy muy asustados y Barbieri quejándose del arbitraje. El peligro no cesaba en el área de los fronterizos y muy rápido cayó el tercero. Al minuto 49′, viene otro avance por el centro, Paravelli manda servicio raso al área donde Gutiérrez de primera intención sirve un globito, casi como pared a Sepúlveda y este de nuevo como viene sin dejarla caer puntea a la derecha de Benny, que totalmente carente de reflejos se tira tarde y no puede evitar el tercero de la ya humillante derrota de su equipo. Parecía entrenamiento del Cruz Azul, pues así de fácil le estaban jugando a la visita. Los de negro no reaccionaban, discutían entre ellos mismos y Barbieri se seguía quejando del arbitraje, de algo que en su universo paralelo estaba sucediendo en contra de su equipo. El ex Bravo Toro Fernández entraba de cambio después de 8 meses de ausencia y como la ley lo indica, le iba a anotar a sus ex. Al minuto 72′, Romo desborda por la izquierda, sirve a Fernández que se paseaba dentro del área, el Toro ya con el balón se busca un espacio para disparar y cuando lo hace, su tiro encuentra la pierna del Titán y Benny, que si algo le faltaba a su ineficacia era que le desviaran un balón, no puede hacer nada ante el trayecto bombeado hacia la portería para el cuarto en el ataúd que desde hace muchos minutos, ya tenía varios clavos. La localía quería el quinto, pero Anselmi se vio en la necesidad de ingresar a algunos canteranos por el tema de los minutos de menores y las revoluciones cementeras se vieron un tanto cuanto mermadas. Fue entonces que ya cercanos a los 90 minutos, la visita se animó a adelantar filas y sumar varias unidades al frente para poner a prueba al colombiano Kevin Mier, pero salvo algunas atajadas para la fotografía, nada sobresaliente sucedió. Otra goleada más para Bravos, que demuestra que la super pretemporada, no sirvió más que para maldita la cosa.
El próximo domingo Bravos habrá de recibir al San Luis, un equipo que en casa es temible, pero que de visita es otro por completo. Barbieri tendrá que hacer algo a la voz de ya, pues es más que evidente que se está jugando la chamba. No tiene tan mal equipo, la cuestión es como lograr que jueguen bien. Donde sí se observa muy claro es que no hay atención en la defensa, pues o no se entrena como debieran o el DT carece de lectura, o simplemente no estudia al rival. De nuevo del sueño de postemporada de hace dos semanas, pasamos a la urgencia de salir de nuevo de la maldita zona de multas. Y es que no todo el tiempo los rivales serán de la tabla baja. Pero si se tienen armas, hay que saberlas usar