En Estados Unidos, una niña que padecía de un tumor cerebral inoperable se ha curado inexplicablemente, dejando atónitos a los médicos que la atendían.
En junio pasado, a Roxli Doss, de 11 años, le diagnosticaron glioma pontino intrínseco difuso (GPID), un tipo de cáncer que se presenta en el tronco encefálico en niños.
El GPID «es muy raro, pero cuando se presenta es una enfermedad devastadora«, dijo la doctora Virginia Harrod, del Centro Médico Infantil Dell de Texas, que atiende a Roxli. Este cáncer afecta los nervios craneales, y entre sus síntomas más comunes se encuentran la pérdida de equilibrio, problemas en los ojos y visión, así como dificultad para hablar, tragar y respirar.
Harrod además indicó que la niña pasó varias semanas de radioterapia para controlar el desarrollo del tumor, pero que esta enfermedad no tiene cura.
Los padres de Roxli aseguran que la niña fue examinada en diferentes centros especializados del país, y en todos el diagnóstico era GPID.