La literatura científica muestra que los malos hábitos de sueño están fuertemente asociados con el desarrollo de problemas crónicos de salud a largo plazo
La forma en la que duermes determina tu salud. / KARLYUKAV. FREEPIK.
Rebeca Gil. 21 ABR 2024
Los hay madrugadores, los hay que demoran la hora de irse a la cama por falta de sueño, aquellos a los con pocas horas les basta y los que consideran que nunca duermen suficiente. En definitiva, cada persona posee un patrón de sueño, pero ¿la forma en la que dormimos determina el tipo de problemas de salud que se padecen?
Pues esta es la cuestión que se han planteado un grupo de investigadores estadounidenses y cuyas conclusiones han publicado en la revista Psychosomatic Medicine, estableciendo una relación clara entre los distintos patrones de sueño y determinados problemas de salud.
4 patrones de sueño
Como explican desde el Consejo General de Psicología de España:
«La literatura científica muestra que los malos hábitos de sueño están fuertemente asociados con el desarrollo de problemas crónicos de salud a largo plazo”.
Pero hasta ahora no se había analizado con detalle esta relación.
De ahí la importancia de este estudio que ha identificado 4 patrones de sueño y su relación con problemas de salud específicos. Para ello, se analizaron los patrones de sueño de unas 3.700 personas, a los que también se evaluó su estado de salud en dos momentos diferentes a lo largo de 10
Para determinar los patrones de descanso, los investigadores tuvieron en cuenta varios aspectos como:
La regularidad y duración del sueño
La satisfacción percibida con el sueño y la vigilia durante el día
El número y tipo de problemas de salud crónicos.
A partir de estos datos, los investigadores identificaron cuatro patrones de sueño diferentes:
“Buenos durmientes”, aquellos que se caracterizan por tener buenos hábitos de sueño en todos los aspectos.
“Durmientes”: en esta categoría entran aquellos que durante la semana duermen de forma irregular, concretamente duermen pocas horas, pero que durante el fin de semana ‘recuperan’ esas horas perdidas durmiendo mucho más tiempo.
“Durmientes con insomnio”. Todas aquellas personas que tienen problemas de sueño “relacionados con síntomas clínicos de insomnio, incluida una duración de sueño corta, un alto cansancio diurno y un largo tiempo para conciliar el sueño”, explican desde el Consejo General de Psicología de España.
Y por último están los “siesteros”, que se caracterizan principalmente por un buen sueño con siestas diurnas frecuentes.
Los “durmientes con insomnio” son más propensos a sufrir enfermedades crónicas.
“Durmientes con insomnio”: más propensos a sufrir enfermedades crónicas
Tras una década de análisis del sueño de estos participantes, los investigadores observaron varios aspectos importantes. El primero es que, de los 4 patrones, aquellos que pertenecen al grupo de los “durmientes con insomnio”, que no habían cambiado este tipo de descanso durante los 10 años del estudio, tenían más probabilidades de sufrir problemas de salud crónicos a largo plazo. En concreto, de desarrollar enfermedades cardiovasculares, diabetes y depresión.
Y esta conclusión no es una cuestión menor ya que según la misma investigación, más de la mitad de los participantes en el estudio eran o “durmientes con insomnio” o “siesteros”, ambos patrones de sueño irregulares.
“Siesteros”: adultos y jubilados
Además, de relacionar enfermedades concretas con problemas de sueño, el estudio también indica que nuestra forma de dormir no suele variar. En este caso concreto, durante los 10 años de análisis, no hubo prácticamente variaciones, sobre todo en los calificados como “durmientes con insomnio” y los “siesteros”.
Por otra parte, aunque los patrones de sueño aparentemente no estaban relacionados con la edad, los investigadores encontraron que los adultos mayores y los jubilados eran más propensos a ser “siesteros”.
También se observó que el nivel educativo bajo y el desempleo se asociaron al patrón de sueño del “durmiente con insomnio”.
Con todos los datos extraídos, los investigadores señalan dos aspectos a tener en cuenta de cara al cuidado de la salud:
Por un lado, que los patrones de sueño pueden predecir la salud a largo plazo
Y por otro, las dificultades de variar los hábitos de sueño entre la población.
Todo ello hace que los autores insistan en que es necesario “mejorar la concienciación de la población sobre la importancia de cuidar la calidad del sueño”, y para ayudar es necesaria “la puesta en marcha de programas e intervenciones que promuevan un sueño saludable y hábitos de higiene del sueño