Arturo Marvill 23 febrero, 2024
A simple vista a este equipo no se le ven ni pies ni cabeza. No hay manera de rescatar algo. Tal vez que el costarricense Calvo resultó ser un excelente fichaje. Liderazgo en la defensa o ya de perdis, es el que se equivoca menos. Probablemente sea muy pronto para juzgar al técnico brasileño, pues en su primer partido no pudo hacer jugar a su plantel. En su primer examen le tocó un sinodal muy rudo, uno de los mejores de la liga. Y lo que le espera con los dos próximos!. Bravos no supo o no entendió como atacar o ya de plano, volvió a tener miedo, como si fuera una parte muy arraigada de su ADN. Y Barbieri pues, demasiado tranquilo en su área técnica, como pensando donde diablos se vino a meter. Al menos ya no metió y ni siquiera volteó a ver al Palermo Ortiz y de hecho, nadie extrañó sus errores, pues fueron otros los que se equivocaron.
En el primer tiempo Bravos no se encontró por ningún lado, pues intentaba construir pero sin idea y el rival empujaba con mucha más claridad. De nuevo Sebastián Jurado volvió a ser factor, tal y como lo ha sido en los últimos partidos, salvando de por lo menos dos clarísimas de gol por parte de Rayados. La media cancha local más que construir, se encargaba de destruir todo lo que el visitante intentaba, más preocupados por no recibir que por ofender. El sistema Barbieri como que no se le encontraba por donde iba, tirándole más a lo defensivo que a otra cosa. Fue en los últimos minutos cuando los fronterizos tuvieron destellos de brillantés de los pies de Villalpando, pero no llegaba ese toque final o que culminara la jugada, pues Andrada fue exigido una sola vez durante toda la primera mitad. Más que notoria era la ausencia del colombiano de los pies sabios Avilés Hurtado, quien ya estaba disponible en la banca a pesar de estar prácticamente en plena rehabilitación de su lesión. Llegó el silbatazo del gato Ortiz para luego seguir al emotivo y colorido homenaje del medio tiempo al Puma Chávez.
En el segundo tiempo vino la debacle total para los verdes. El Tano Ortiz empezó la segunda parte con dos cambios. Vio la necesidad de ajustar y lo hizo bastante bien. Ya estaría si no, con el tamaño de plantel que tiene. Por el otro lado Barbieri se tardó una eternidad en ajustar y cuando lo intentó, ya iba perdiendo 2-0. La vieja historia de la espera eterna de hacer los cambios cuando todo está del nabo. Las modificaciones del visitante no iban a tardar en rendir frutos. Al minuto 50′, Cortizo que había entrado de cambio se mete al área por el lado izquierdo y al no encontrar espacio para disparar cede al otro lado al español Sergio Canales que se quita dos marcas y en medio de dos defensores dispara, el balón pega en el taco de Mosquera que estaba haciendo un gran partido, lo que desvía la trayectoria de la pelota y se va al fondo de las redes. Los cambios no llegaban para Bravos y entre tanto Monterrey seguía atacando. Al minuto 57′ viene un garrafal error defensivo de los verdes, cuando Jurado es apretado desde la salida, cede en corto a Mosquera que era presionado y en vez de reventar intenta salir jugando y da un mal pase a Salas que ve como el balón va a dar a Cortizo, que de primera intención sirve para Brandon Vázquez que aprovecha el regalo para disparar raso pegado al poste izquierdo para el segundo de los visitantes. Unos tímidos abucheos ya empezaban a escucharse en las gradas. Ya con esa lápida, entonces vienen los cambios de los fronterizos, entre ellos, el ingreso de Avilés Hurtado que, como resultado, se resiente de su lesión casi a la mitad del segundo tiempo y ya cuando se habían hecho todos los cambios de Bravos, quienes tuvieron que jugar con 10 hombres más de 20 minutos con la salida forzada del colombiano. El tercero de la visita fue con otro desborde de Cortizo por la izquierda, sí, otra vez Cortizo, al minuto 69′, mandando un centro quemante que mal rechaza la defensa. La pelota le queda un poco atrás del manchón penal a Maxi Meza que estaba por completo solo, lo que le dio tiempo de acomodarse y soltar un fogonazo al ángulo izquierdo, imparable para Jurado. Lapidario gol que empezó a provocar tímidamente pero de manera gradual, el abandono de los aficionados de sus asientos rumbo a la salida. El resto del tiempo y a pesar de que estarían incompletos, los Bravos intentaban llegar, más por pundonor y dignidad que por buen futbol, hacia la portería de Andrada, que en realidad nunca fue exigido a fondo en este partido. Marco Antonio “Gato” Ortiz alargó 4 minutos más el mal debut de Barbieri al frente de los verdes y el silbatazo fue un abucheo descomunal de los pocos aficionados que decidieron quedarse hasta el final.
Pues bueno al parecer tenemos que irnos olvidando de este torneo. Aquí el principal tema de preocupación evidentemente será el no pagar multa, más que pensar en liguilla, a menos que el señor Barbieri les de cientos de latas de espinacas a sus jugadores y se pongan fuertes y sabios como Popeye y ganen la mayoría de los puntos a disputarse. Es complicado que suceda, a sabiendas que a media semana irán al Volcán a enfrentar a Tigres y el próximo fin de semana se meterán al Estadio Hidalgo para enfrentarse al crecidísimo Pachuca. Todavía faltan jugadores por ver, por explotar, al menos como esperanza lo mencionamos, como el desarrollo del brasileño Edson da Silva, o el debut de Jairo Torres, o el regreso de Diego Valoyes y naturalmente el regreso, aunque no inmediato, de un Avilés Hurtado ya plenamente recuperado. Fue una primera prueba brutal para el técnico brasileño y le faltan aún más. Beneficio de la duda? Podría ser, porque el plantel que tiene no es para nada malo. Pensemos que de a poco irá conociendo a profundidad a sus jugadores. Lo que sí es muy difícil pensar, es en una hipotética y muy lejana liguilla. No con esta inercia perdedora y de mal futbol. Pero hacer de este equipo competitivo, es posible, mas eso no será en los próximos partidos