El expresidente hizo oficial sus intenciones de presentarse a la jefatura del Estado de su país por tercera vez consecutiva, después de haber perdido los comicios de 2020 frente a Joe Biden. El anuncio se da después de la decepción electoral que ha sufrido el Partido Republicano en las elecciones de medio término y con la posibilidad de que esta formación tenga otros nombres que opten a la presidencia, como el exvicepresidente Mike Pence o el gobernador de Florida Ron DeSantis.
«El regreso de Estados Unidos comienza ahora mismo». Con estas palabras inauguró el expresidente Donald Trump la intervención en la que anunció su precandidatura a la Casa Blanca en las elecciones presidenciales de 2024. El magnate republicano hizo oficial sus intenciones después de semanas de especulaciones sobre su posible intento de volver a la presidencia luego de caer derrotado en 2020 contra el demócrata Joe Biden al intentar buscar su reelección.
Trump, de 76 años, busca convertirse en el segundo presidente de EE.UU. en la historia en servir mandatos no consecutivos, después de Grover Cleveland, cuyo segundo mandato terminó en 1897.
El exmandatario dio un discurso para anunciarlo en su mansión de Mar-a-Lago frente a decenas de periodistas y varios de sus seguidores haciendo un repaso general a la política internacional y nacional que llevó a cabo durante su gobierno y criticando la gestión de su rival en la contienda electoral de 2020 en cuestiones como la guerra en Ucrania, la economía o la relación con China al asegurar que «los dos últimos años de gobierno de Biden han sido un momento de dolor y desesperación para Estados Unidos».
Trump hizo varias referencias al «declive» que está sufriendo Estados Unidos desde la llegada del Partido Demócrata al poder, a quien considera de «izquierda radical». El líder republicano prometió «volver a hacer grande de nuevo a Estados Unidos».
Minutos antes de pronunciar su discurso, Donald Trump, cumplimentó todo el papeleo necesario para poder lanzarse a la carrera presidencial. Este proceso se hace de una forma muy anticipada a lo que suele acostumbrar Estados Unidos, ya que quedan poco menos de dos años para que se celebren las presidenciales. Esta decisión pueden haberse tomado para llevar ventaja sobre sus posibles rivales dentro del partido.
Y es que el anuncio de Trump se da en un contexto convulso para el Partido Republicano luego de los malos resultados en las elecciones de medio término de la pasada semana. El expresidente prometió durante la campaña una “ola roja” en la que su partido se haría con el Senado y la Cámara de Representantes, algo que no ha sucedido a pesar de la situación económica que vive Estados Unidos por la inflación.
Los demócratas consiguieron mantener su mayoría en el Senado, ganaron gobernaciones importantes y, a falta de conocer los últimos conteos, perderán la mayoría en la Cámara de Representantes por la mínima, una diferencia fácilmente salvable para el gobierno de Joe Biden a la hora de legislar y sacar adelante leyes. La intención principal del ‘trumpismo’ era bloquear los dos años que todavía tiene por delante Biden para desgastarlo políticamente de cara a los comicios de 2024.
Un anuncio que llega en un momento complicado dentro del Partido Republicano
Varias voces dentro de su partido han acusado al expresidente de promocionar a candidatos extremistas que han dado alas a algunos de los discursos de Trump, como las acusaciones sin fundamento de fraude en las elecciones presidenciales de 2020, pero que se han mostrado como figuras débiles e incapaces de ganar elecciones.
Además de esta cuestión, la situación que vive Donald Trump dentro del partido es diferente a la de hace unos años. Aunque el expresidente cuenta con un nutrido grupo de seguidores incondicionales, los MAGA (Make America Great Again, las siglas del eslogan de Trump en las elecciones de 2016), los malos resultados en las elecciones de medio término y las constantes polémicas del anterior mandatario han hecho que se postulen voces alternativas a liderar al Partido Republicano en 2024.
Entre los nombres que suenan con más fuerza están los del gobernador del estado de Florida, Ron DeSantis, después de haber cosechado unos resultados extraordinarios en este estado, y el del exvicepresidente de Estados Unidos Mike Pence, que tras el asalto al Capitolio protagonizado por seguidores de Donald Trump tras uno de sus discursos el 6 de enero de 2021, se ha convertido en uno de sus mayores opositores dentro del partido.
Durante las últimas semanas, Trump se ha encargado de atacar a estos posibles rivales y al establecimiento del Partido Republicano o antiguos rivales, como el líder de la minoría republicana en el Senado, Mitch McConell, con la intención de apartar a figuras peligrosas para sus intereses en la carrera presidencial.
A mayores de las cuestiones internas que enfrenta Trump dentro del Partido Republicano, el expresidente tiene problemas en varios frentes, incluyendo una investigación criminal sobre su posesión de documentos del gobierno tomados cuando dejó el cargo, así como una citación del Congreso relacionada con su papel en el ataque del 6 de enero de 2021 en el Capitolio de Estados Unidos por sus partidarios. Trump ha calificado las diversas investigaciones a las que se enfrenta de motivadas políticamente y ha negado haber actuado mal.
Con Reuters y AP