Según avanza el recuento de votos, es muy probable que los republicanos obtengan la mayoría en la Cámara de Representantes, pero con una victoria mucho menor de la que esperaban ellos y las encuestas.
Los estadounidenses esperaban el jueves con impaciencia el resultado final de las elecciones de mitad de mandato en Estados Unidos, aunque el presidente Joe Biden ya celebraba lo que, según él, es un éxito de los demócratas para evitar la «ola roja» republicana.
«No ocurrió», dijo Biden, de 79 años, en una conferencia de prensa el miércoles, en su primer discurso desde el cierre de las urnas. «Fue un buen día, creo, para la democracia».
Según avanza el recuento de votos, es muy probable que los republicanos obtengan la mayoría en la Cámara de Representantes, pero con una victoria mucho menor de la que esperaban ellos y las encuestas.
Si se cumplen las predicciones actuales, son las elecciones de mitad de mandato en la que el presidente y su partido tienen un mejor resultado en dos décadas.
En el Senado, los demócratas ganaron un escaño muy disputado, el de John Fetterman en Pensilvania.
La composición final de la Cámara alta depende ahora de tres escaños: Arizona y Nevada, donde el recuento de votos podría tardar varios días más, y Georgia, donde está prevista una segunda vuelta para el 6 de diciembre.
Tendiendo la mano
Combativo y optimista, Biden no esperó a los resultados definitivos del escrutinio para celebrar que su formación ha evitado un revés mucho mayor del que se preveía después de que los republicanos volcaran la campaña en su incapacidad para gestionar la creciente inflación.
Su jefe de gabinete, Ron Klain, bromeó sobre la percepción pública de la administración Biden: «Nunca subestimes lo mucho que se subestima al equipo de Biden».
Más tarde, el miércoles, dirigiéndose a los periodistas en la Casa Blanca, el presidente reiteró su «intención» de presentarse a un segundo mandato en 2024, una decisión que, prometió, tendrá tomada «a principios del próximo año».
Biden también aprovechó la oportunidad para tender la mano a la oposición republicana, diciendo que estaba abierto a todas las «buenas ideas».
Fue una oportunidad para que el presidente se pusiera su traje favorito, el de centrista, haciendo gala de compromiso, un perfil moldeado durante su larga carrera como senador.
A primera hora de la tarde del miércoles, Biden se puso en contacto con el líder de los republicanos de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, que se espera se convierta en el próximo presidente de la Cámara baja en caso de que su partido obtenga la mayoría, dijo la Casa Blanca.
Todas las miradas puestas en 2024
Pero es probable que el llamamiento de Biden al bipartidismo tropiece con un muro rojo republicano.
Incluso con una escasa mayoría en la Cámara baja, los republicanos tendrán un importante poder de supervisión, y han prometido utilizarlo para lanzar investigaciones sobre Biden y su entorno.
Los republicanos están dispuestos a explotar cualquier posible paso en falso dentro del campo demócrata con la vista puesta en las elecciones presidenciales de 2024.
«Lideraré la lucha para asegurarme de que mi partido no fracase», dijo Marjorie Taylor Greene, una congresista de Georgia cercana a Trump, en un comunicado.
Pero buena parte de las miradas ya estaban puestas en 2024 y en la próxima campaña presidencial.
Trump, que había apostado por una victoria contundente de sus lugartenientes para anunciar su candidatura a la reelección, tuvo que reconocer el miércoles que los resultados de las elecciones del martes fueron «algo decepcionantes».
Aunque tardó poco en acudir a su red social, Truth Social, para aclarar que «fue una victoria muy grande».
El expresidente, de 76 años, había prometido un «anuncio muy grande» el 15 de noviembre, aparentemente buscando socavar a uno de sus posibles rivales por la nominación republicana, el gobernador de Florida, Ron DeSantis.
Pero DeSantis salió fortalecido de las elecciones, después de conseguir la reelección por un holgado margen.
«Tenemos mucho por hacer todavía y apenas he empezado a luchar», prometió el gobernador de 44 años.
Consultado el miércoles sobre la rivalidad entre Trump y DeSantis, el presidente Biden se limitó a decir que «será divertido ver cómo se enfrentan».