En junio pasado, el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) alcanzó su nivel más alto de los últimos 21 años—en enero de 2021 se ubicó en 8.11 por ciento—, al posicionarse en 7.99 por ciento, ello, presionado por el aumento de productos de consumo básico como la papa, pollo, naranja y pan de dulce.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la variación registrada en la inflación en este junio con respecto a mayo, ascendió 0.84 por ciento, por ello llegó a 7.99 por ciento, cifra superior al 5.88 por ciento registrado en el mismo mes, pero de 2021.
El aumento de la inflación en junio superó los pronósticos que habían previsto consultorías especializadas como Citibanamex que había predicho que llegaría a 7.96 por ciento. Pero que no se cumplió por lo que acumula 15 meses fuera del rango esperado por el Banco de México (Banxico) que es de 3 por ciento +/- un punto porcentual.
Pese a que hace apenas dos semanas Banxico subió la tasa de interés en 75 puntos base para dejarla en 7.75 por ciento, con el objetivo de parar un poco el alza en la inflación aun así creció.
En el momento en que dio el alza, Baxico previó que la inflación llegue a 8.1 por ciento al finalizar el tercer trimestre del año, para promediar un 7.5 por ciento anual.
En tanto, el Inegi reporta que para junio pasado los alimentos que más presionaron el aumento de la inflación nacional fueron la papa y otros tubérculos con un incremento de 28.62 por ciento, el pollo con 3.35 por ciento, mientras que la naranja incrementó 24.85 por ciento y el pan de dulce en 2.29 por ciento.
El limón por su parte ayudó a balancear un poco los precios al consumidor al descender 17.02 por ciento; además el chile serrano bajó 17.18 por ciento, la cebolla menos 4.58 por ciento; la uva menos 14.88 por ciento; el chile poblano menos 8.24 por ciento, y el jitomate menos 1.29 por ciento.