A pesar de las adversidades climáticas, de las advertencias por parte de las autoridades de los países del triángulo norte de Centroamérica y las amenazas del presidente de Estados Unidos, este lunes el grueso de la caravana de migrantes hondureños abandonó la capital guatemalteca con rumbo a la frontera con México.
Quienes se quieren quedar en nuestro país dicen confiar en que el próximo gobierno les dará un mejor trato.
Con una arenga en la que los migrantes aseguraron que cruzarían la frontera con México, un grupo de hondureños se disponía a cruzar el Río Suchiate, el tramo que marcaba el fin de su recorrido por Guatemala, pero, sobre todo, el inicio de su tránsito por México, luego de rechazar ceñirse a la exigencia de las autoridades mexicanas de hacer cruces ordenados y por grupos.
Desde temprano, decenas caminaron rumbo a Tecun Umán, llovía en el camino, varios ya llevan seis días en caravana, están cansados, algunos ya han sido robados, pero no renuncian a su determinación e incluso, con sus hijos a pie, siguen su camino.