La tuberculosis sigue siendo la enfermedad infecciosa más mortal del mundo, pese a que menos personas se enfermaron y murieron de la misma el año pasado, según reza un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
De acuerdo con el documento, pese a que los esfuerzos globales evitaron 54 millones muertes por tuberculosis desde 2000, los países del mundo todavía no hacen lo suficiente para acabar con la enfermedad para 2030. Para cumplir con este objetivo, las naciones «deben acelerar urgentemente su respuesta», en particular aumentar la financiación nacional e internacional para combatir la enfermedad, señala la OMS.