Las fuerzas polacas emplearon un cañón hidrante en respuesta a ataques con piedras de migrantes en la frontera con Bielorrusia, informaron autoridades el martes.
La Guardia Fronteriza publicó un video en Twitter que mostraba cómo apuntaba el cañón hacia el otro lado de la frontera, contra un grupo de migrantes en un campamento improvisado a pesar de las gélidas temperaturas.
Un agente sufrió una lesión grave, según la policía polaca. Fue evacuado en ambulancia a un hospital y era probable que tuviera una fractura en el cráneo tras ser golpeado con un objeto.
El incidente era una escalada en una tensa crisis migratoria y de política de fronteras, con las vidas de miles de migrantes en juego.
El Ministerio polaco de Defensa aseveró que sus solados y otras fuerzas en la frontera habían sido atacados con piedras y otros objetos. Añadió que fuerzas bielorrusas habían intentado destruir cercas a lo largo de la frontera entre los dos países. El Ministerio polaco del Interior, por su parte, difundió un video que parecía mostrar a migrantes tratando de derribar una cerca.
La vocera de la Guardia Fronteriza, Anna Michalska, informó que unos 2.000 migrantes se encontraban en el cruce, pero apenas un centenar participó del ataque a las fuerzas polacas.
El vocero policial Mariusz Ciarka indicó luego que se había “pacificado” a los migrantes en el cruce fronterizo de Kuznika. Dijo que los agresores, equipados con granadas de gas por los servicios bielorrusos, también arrojaron piedras a la policía polaca y toda la operación fue controlada por los servicios bielorrusos mediante un dron.
En respuesta, el Comité de la Guardia Fronteriza bielorrusa anunció que investigaría el empleo de la fuerza por los polacos.
“Se consideran acciones violentas contra individuos que están en el territorio de otro país”, dijo el vocero del comité, Anton Bychkovsky, a la agencia noticiosa estatal bielorrusa Belta.
No es posible verificar de forma independiente lo que ocurre sobre el terreno porque el estado de emergencia declarado en Polonia impide a periodistas y trabajadores de derechos humanos acceder a la zona de la frontera. En Bielorrusia, el trabajo de los periodistas también está sujeto a fuertes restricciones y sólo hay unos pocos presentes en la frontera.
En un momento dado el martes, la televisora independiente polaca TVN24 se vio obligada a recurrir a CNN para mostrar una imagen de la frontera que no hubiera sido filtrada por el gobierno.
El parlamento polaco tenía previsto debatir el martes una propuesta de ley que regularía la libertad de movimiento de los ciudadanos en la zona de la frontera con Bielorrusia cuando termine el estado de emergencia a final de mes.
El estado de emergencia se impuso a principios de septiembre, cuando un gran grupo de migrantes de Oriente Medio intentó cruzar a Polonia desde Bielorrusia.
La linde también forma parte de la frontera exterior de la Unión Europea. La UE acusa al régimen autoritario del presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko, de fomentar una crisis migratoria para presionar al bloque.
La UE ha presionado a las aerolíneas para que dejen de transportar a sirios, iraquíes y otras personas hasta Bielorrusia.
Mientras tanto, el gobierno iraquí instó a sus ciudadanos atrapados en la frontera a regresar a casa.
Unos 200 ciudadanos iraquíes que llegaron a Bielorrusia con intención de entrar en la Unión Europea contactaron con la embajada iraquí en Rusia y expresaron su deseo de volver a su país, según dijo el martes a la agencia Interfax un vocero de la embajada.
Había un vuelo de evacuación previsto para el jueves, señaló el vocero, y todos los que deseaban regresar a Irak estaban ya en la capital bielorrusa, Minsk.