El gobierno del presidente Joe Biden mostró por primera vez el interior de una base militar donde los afganos evacuados son examinados, ante los cuestionamientos sobre cómo se cuida y examina a los refugiados.
“Todos los afganos que están aquí con nosotros han soportado el angustioso viaje y ahora nos enfrentamos a los desafíos muy reales de aclimatarlos a la vida en Estados Unidos”, dijo a los periodistas Liz Gracon, funcionaria de alto rango del Departamento de Estado.
El recorrido de tres horas en Bliss, en El Paso, Texas, fue la primera vez que se le otorgó a la prensa amplio acceso a una de las ocho instalaciones militares de Estados Unidos que albergan a afganos.
Aun así, los reporteros, incluidos los de The Associated Press, no tuvieron permitido hablar con los evacuados o pasar más de unos cuantos minutos en áreas donde estaban reunidos. Los oficiales militares dijeron que era por “cuestiones de privacidad”.
Casi 10 mil evacuados afganos están alojados en la base mientras se someten a controles médicos y de seguridad antes de ser reubicados en Estados Unidos. La operación fue descrita por el Departamento de Seguridad Nacional y el Departamento de Estado como un esfuerzo “histórico” y “sin precedentes” para facilitar la reubicación de una gran cantidad de refugiados en menos de un mes.
El viernes, niños con balones de futbol soccer y de baloncesto jugaban afuera de enormes carpas blancas.
Las familias caminaban por un camino de tierra con montones de recipientes de plástico para alimentos apilados bajo la barbilla y latas de Coca-Cola bajo el brazo. Una niña, que aún vestía ropa sucia, lloraba en medio del camino después de que se le cayera la comida y los soldados intentaban ayudarla. Dentro de los contenedores, en los que los refugiados habían pasado alrededor de 15 minutos en fila bajo el sol abrasador, había comidas tradicionales afganas de arroz basmati y abundante estofado.
El Gobierno de Estados Unidos pasó dos semanas construyendo lo que llama una aldea para albergar a los afganos en la base. En esta zona de la base se colocaron cientos de tiendas de campaña con aire acondicionado que se utilizan como dormitorios, y comedores en lotes de tierra cubiertos de maleza, un paisaje que de alguna manera se asemeja a partes de su tierra natal. La base se utilizó anteriormente para albergar a niños migrantes en 2016.
Bajo el programa llamado “Operación Aliados Bienvenidos”, se espera que unos 50 mil afganos sean admitidos en Estados Unidos, incluidos traductores, conductores y otras personas que ayudaron al Ejército estadounidense durante 20 años de guerra y que temían represalias por parte de los talibanes.
Casi 130 mil fueron sacados de Afganistán en avión, en una de las evacuaciones masivas más grandes en la historia de Estados Unidos. Muchas de esas personas todavía están en tránsito, sometidas a controles de seguridad en otros países, incluidos Alemania, España, Kuwait y Qatar.
Congresistas han cuestionado si la evaluación de antecedentes es lo suficientemente completa. Muchos de los afganos que trabajaron para el Gobierno de los Estados Unidos han completado años de investigación antes de ser contratados y luego nuevamente indagados para solicitar una visa especial de inmigrante para los aliados de EU.
Una vez que sean liberados de la base, serán ayudados por agencias de reasentamiento a cargo de ubicar a los refugiados. Las agencias dan prioridad a los lugares donde los refugiados ya tienen una familia en los Estados Unidos o hay comunidades de inmigrantes afganos con los recursos para ayudarlos a comenzar una nueva vida en una tierra extranjera. Aquellos con ciudadanía estadounidense o tarjetas verdes –residencia permanente– pueden irse una vez que lleguen a la base, según un representante del Departamento de Estado.
Si otros evacuados –cuya liberación depende de completar los protocolos de salud exigidos por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades– eligen irse antes del período completo de reasentamiento, la decisión puede usarse en su contra.
Hasta ahora, nadie en Fort Bliss ha sido liberado para su reasentamiento.
El Pentágono asegura que todos los evacuados han sido sometidos a pruebas de Covid-19 al llegar al Aeropuerto Internacional Dulles en las afueras de Washington.
El Gobierno también utiliza la base para albergar a miles de niños inmigrantes, en su mayoría de Centroamérica, que han cruzado solos la frontera entre Estados Unidos y México. Los niños se alojan allí hasta que puedan reunirse con parientes que ya se encuentran en Estados Unidos o con un tutor, generalmente un amigo de la familia, o enviados a una instalación con licencia estatal.