Un mes después de que Emilio Lozoya asegurara haber entregado un soborno por 6 millones 800 mil pesos a Ricardo Anaya, la esposa del panista, Carolina Martínez Franco, se hizo de una casa en el exclusivo fraccionamiento Club Campestre en Querétaro.
Así lo revela la declaración patrimonial de Ricardo Anaya realizada en 2015, la cual es parte de la carpeta de investigación FED/SEIDF/CGI-CDMX/0000865/2020, iniciada a partir de la denuncia de Emilio Lozoya.
En dicho documento el panista declaró que esta residencia, de 846 metros cuadrados de terreno, fue una “donación” de la madre de su esposa.
“Se declaran una casa y tres locales comerciales que recibió mi esposa en donación de su madre, la señora Maribel Nayalia Franco Suárez”, explicó Anaya en el apartado 10 Observaciones y aclaraciones.
De acuerdo a esta declaración de conclusión, fechada el 30 de octubre de 2015, esta residencia ubicada en Circuito Club Campestre 404 fue adquirida el 3 de septiembre de 2014.
En su denuncia ante el Ministerio Público de la Federación, el ex director de Pemex, Emilio Lozoya, dijo haber entregado el soborno a Anaya, a través de su jefe de escoltas Norberto Gallardo Vargas, “en la primera semana de agosto del 2014” en el estacionamiento de la Cámara de Diputados.
Ricardo Anaya pudo haber declarado esta casa cinco meses antes, es decir el 29 de mayo de 2015, en una declaración de modificación patrimonial, pero la reportó hasta su última declaración como diputado federal.
Destaca que Ricardo Anaya ya tenía una residencia en el mismo exclusivo fraccionamiento Club Campestre en Querétaro desde marzo de 2005, es decir, nueve años antes de que a su esposa le “donaran” la otra propiedad.
Según las declaraciones patrimoniales de Anaya, esa casa localizada en Circuito Club Campestre 7-C, también la obtuvo gracias a una donación, en este caso de su madre María Elena Cortés del Palacio.
Consta en el oficio FGR/CMI/CENAPI/DGIAD/18225/2020 que autoridades federales hicieron una diligencia en este exclusivo fraccionamiento el año pasado para preguntar la propiedad de ambas residencias.
“Nos trasladamos al estado de Querétaro, para ser precisos al Club Campestre, donde nos entrevistamos con los guardias de seguridad para preguntarles si saben quién habita o quiénes son los propietarios de los domicilios, respondiendo que el primero corresponde a Ricardo Anaya Cortés y el segundo a su madre.
“Personal que en ningún momento quiso firmar la entrevista, toda vez que temen que sean llamados a comparecer ante alguna autoridad pero afirmando que todos los guardias saben esa información por ser una persona pública”, detalla el escrito fechado el 22 de octubre de 2020, firmado por Luis Antonio Ortiz de la Paz, supervisor de analistas del Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia (Cenapi).