El sábado 10 de julio, cerca del mediodía, un sujeto a bordo de una camioneta se estacionó afuera del templo de La Luz del Mundo frente a la carretera Eastex, en Houston, Texas. Disparó cerca de 12 veces contra el edificio y después huyó.
Cámaras de vigilancia en la iglesia mostraron como tras el tiroteo, al menos un sujeto intenta alcanzar al agresor, que logró escapar de la escena en su camioneta. No hubo heridos ni muertos, pero sí quedaron los agujeros e impactos de bala en ventanas y paredes del templo al este de Texas.
Reportes policiales aseguran que varias personas comenzaron a perseguirlo y finalmente lograron cerrarle el paso para que la policía de Houston lo detuviera.
El domingo tuvo la audiencia donde fue acusado de conducta mortal y de asalto agravado, por lo cual se le dictó una sentencia de 75 mil dólares para evitar “que represente un peligro para la sociedad.” En esa audiencia, Josue David Cordova aseguró que disparó contra una iglesia con gente adentro “porque le lavaron el cerebro a su familia”, y también admitió que apuntó con el arma a un sujeto que intentó detenerlo cuando escapaba.