Un grupo de abogados que visitaron el refugio para menores no acompañados que se instaló en terrenos de Fort Bliss, señaló a CNN que las condiciones de hacinamiento no son aptas para los 4 mil 300 pequeños migrantes que residen ahí, según cifras oficiales.
Después de una visita a las instalaciones que están ideadas para alojar a alrededor de 5 mil menores migrantes, el grupo de abogados sostuvo que ahora el plan es el de duplicar la cifra para dar refugio a 10 mil niños, una situación no deseable si quieren brindar condiciones dignas y humanas de alojamiento a los pequeños huéspedes.
“Fort Bliss es emblemático del enfoque miope en el procesamiento (del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza) sin la debida preocupación por restaurar y expandir el sistema de refugios”, dijo la abogada Leecia Welch a CNN, en su papel de directora de defensa legal y bienestar infantil en el Centro Nacional para la Ley de la Juventud.
De acuerdo a Welch es necesario un mejor enfoque por parte de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados, ya que al momento refugios como el de Fort Bliss son vistos por la abogada como un simple sitio de almacenamiento, sin las mínimas medidas de higiene y bienestar para miles de menores migrantes ahí alojados.
“Estamos viendo que tienen ‘almacenados’ (sic) a más de 4 mil niños en tiendas de campaña con paredes blandas en una base militar”, dijo Welch, tras visitar en abril pasado el sitio del cual, describió, se despedía un olor fétido.
La descripción de Welch y acompañantes se refiere a las instalaciones de Fort Bliss más como un almacén que como un refugio, en donde se despliegan filas de literas apiladas una encima de la otra, dentro de grandes carpas blancas donde cohabitan cientos de niños migrantes.
El panorama, de acuerdo a los abogados consultados, se vuelve caótico y desgarrador, con escenas de niños con poco qué hacer, algunos llorando, otros pasando el tiempo durmiendo.
Otros más dudan en jugar al aire libre por el calor extremo del verano en El Paso, Texas, y otros no saben cuándo podrán tener un cambio de ropa limpia, mientras en algunos casos algunos menores ya han permanecido en el lugar durante más de un mes, en espera de ser procesados y liberados para reunirse con sus familiares en los Estados Unidos.
Aunque el refugio se ubica en terrenos de Fort Bliss, el Departamento de Defensa aprobó la solicitud de asistencia del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS), que administra temporalmente el albergue de niños migrantes no acompañados.
“No está fuera de lo normal que apoyemos este tipo de solicitudes”, sostuvo John Kirby, secretario de prensa del Pentágono, en conferencia de prensa llevada a cabo en marzo pasado.
Durante la primavera, la administración de Biden se apresuró en liberar a un número récord de niños migrantes de las instalaciones de detención de la Patrulla Fronteriza, para llevarlos a refugios como el de Fort Bliss.
Sin embargo, a pesar de estar mejor equipados para atender las necesidades de los menores a diferencia de los estaciones de la Patrulla Fronteriza, los abogados que visitaron el lugar aseguran que les preocupa que las instalaciones no satisfagan todas las necesidades de una población particularmente vulnerable.
De acuerdo a datos oficiales, actualizados al 23 de mayo, había 18 mil 187 niños en todas las instalaciones del Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos.
“Pensamos que no es la solución poner a niños en estaciones militares. Eso ya es un extremo. Estos niños no representan una amenaza ni son criminales para estar en bases militares”, dijo Fernando García, director ejecutivo de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos (BNHR).
“Entendemos que no hay espacio, pero en términos de simbolismo, es la peor opción para alojar niños. No va acorde a lo que se supone que significa Estados Unidos”, añadió.
García dijo que la responsabilidad del Gobierno es “crear” centros de bienvenida para migrantes y sus familias.
“En vez de alojarlos en bases militares, que se construyan centros de bienvenida. Estructuras donde agencias del Gobierno, de salud, de protección y de refugiados, así como organizaciones civiles puedan ofrecerles seguridad a los migrantes”, sostuvo.
El uso de sitios emergentes también es costoso, ya que el costo diario por niño es más del doble que el del programa de refugio ya establecido por el Departamento de Salud y Servicios Humanos, es decir, aproximadamente 775 dólares por día, en comparación con los 290 dólares por día, según datos del Gobierno.
“Caminé por Fort Bliss. Caminé por el área de alojamiento para niños y niñas. Mantenemos a los niños y niñas separados. No vi ningún problema con la vestimenta, la ropa para los niños”, dijo Xavier Becerra, secretario de Salud y Servicios Humanos, el pasado lunes al visitar Fort Bliss.
Por su parte la representante Verónica Escobar visitó Fort Bliss el viernes pasado, y dijo que había observado “algunas mejoras en el sitio”, pero sostuvo que todavía había deficiencias, como no tener suficiente acceso a ropa limpia, además de que hay niños que han estado en dicho refugio por más de 40 días.