“Que nadie se quede sin votar, es una grave obligación de todo ciudadano salir a ejercer nuestro derecho a votar. Entre todos decidiremos mejor, es una responsabilidad fundamental y una obligación ciudadana participar con nuestro voto en este proceso electoral, México y Chihuahua requiere nuestra participación en las urnas”.
Lo anterior lo señalaron hoy los Obispos de la Provincia Eclesiástica de Chihuahua en un mensaje a los creyentes, en lo que también recalcan la necesidad de informarse lo más posible de la persona y sus propuestas, para ser analizadas desde la conciencia, de modo que el voto sea libre, razonado y responsable, coherente con los valores humanos y cristianos.
“Hemos de evitar ser cómplices del apoyo a candidatos que estén en contra de la vida desde su concepción y hasta su muerte natural; que atentan contra la institución natural del matrimonio fundada en un hombre y una mujer; que niegan la dignidad de toda persona humana marcada y definida por su sexualidad y no por un mero deseo personal; y que limitan o niegan la libertad religiosa; así como todo aquello que dañe los nexos familiares o sociales que nos unen”, apuntaron.
Los clérigos recalcaron también “no nos dejemos comprar por dádivas o condicionar por amenazas de ningún tipo, nuestro voto ha de ser libre, razonado y soberano”.
Señalaron que unidos a su pueblo, como obispos los envuelve el desconcierto marcado por el dolor, la tristeza y la confusión: la violencia física y moral contra las mujeres y el abuso de menores; la marginación y el olvido a los migrantes, quienes quedan totalmente desprotegidos; la falta de empleo y un salario mal remunerado para nuestros trabajadores; la protección de los bienes naturales, del agua; la carente promoción de nuestros pueblos indígena.
Asimismo, les desconcierta y marca de dolor la presencia de grupos de poder que condicionan a nuestros candidatos y gobernantes, provocando violencia, inseguridad, muerte y desapasiones de personas; el olvido de nuestros hermanos más pobres faltos de lo más indispensable para vivir y la promoción de una vida digna.
Se dijeron preocupados por el impulso creciente de ideologías que atentan contra el matrimonio, la dignidad de la vida; una educación que mal informa en materia de sexualidad a nuestros niños y adolescentes; el descuido de comunidades por falta de una inversión pública justa y bien distribuida; un sistema de salud carente y en algunas comunidades inexistente.
Apuntaron que ven como la recuperación del país se vuelve más compleja al encontrarnos en un período electoral que distrae la atención de los gobernantes y entorpece la aplicación de medidas que den respuesta a las necesidades urgentes del país: vemos con preocupación la creciente polarización de los discursos políticos; el alarmante índice de candidatos asesinados; regiones enteras bajo el yugo del crimen organizado; «el maltrato a los migrantes y la militarización de las fronteras; la falta de cuidado de nuestra casa común; la amenaza contra las energías limpias; el escaso interés por el bien común y la verdad; las descalificaciones infundadas a las instituciones democráticas (INE) y los pocos acuerdos políticos que ayudarían a buscar juntos las respuestas que exigen estas graves amenazas.
En ese contexto y estando a pocas semanas de las elecciones, hacemos un llamado a los partidos políticos y sus candidatos para que destierren de las campañas electorales los calificativos humillantes y las ofensas a sus rivales y le den prioridad a la presentación de auténticas propuestas que, resulten serias y viables, más allá de discursos demagógicos, manteniendo siempre abiertas las posibilidades de un diálogo respetuoso con los diversos actores de la vida social, económica, cultural, educativa y política del país. Los invitamos a reflexionar sobre su papel fundamental en la promoción de acuerdos que ayuden a superar las crisis que estamos enfrentando. El papa Francisco, invita a quienes ejercen algún cargo político a reflexionar que la pregunta al final de su vida no debería ser: «¿Cuántos me aprobaron; cuántos me votaron; cuántos tuvieron una imagen positiva de mí?”, sino más bien: “¿Cuánto amor puse en mi trabajo; en qué hice avanzar al pueblo; qué marca dejé en la vida de la sociedad; qué lazos de paz construí; qué fuerzas positivas desaté; o cuánta paz social sembré?». (Fratelli tutti, n. 197).
La buena política requiere candidatos honestos y responsables, con espíritu de servicio, que sepan tender puentes a favor del bien común, que es el bien de todos y de cada uno de los que formamos parte de este Estado: «Necesitamos una política que piense con visión amplia, y que lleve adelante un replanteo integral, incorporando en un diálogo interdisciplinario los diversos aspectos de la crisis … una sana política, capaz de reformar las instituciones, coordinarlas y dotarlas de mejores prácticas, que permitan superar presiones e inercias viciosas”
Exhortaron a no dejarse robar la esperanza y a trabajar unidos, a sentir que este País y a Chihuahua como nuestro, con sus ciudades y comunidades, pueblos indígenas y mestizos; y con nuestro voto, decidamos por dónde y hacia dónde queremos que camine nuestro País, Estado y Municipios.
“Sepamos conocer, discernir y elegir para que los candidatos a gobernador del Estado, diputados federales, diputados locales, presidentes municipales y síndicos verdaderamente nos representen y no vean solo por sus propios intereses, ideologías y posturas personales”, concluyeron.