México ostenta el primer lugar en el mundo de obesidad infantil debido a que uno de cada tres niños tiene sobrepeso, por ello, la Dirección de Salud pide a la comunidad tomar conciencia sobre el cuidado de las personas menores de edad y promover hábitos saludables para mejorar su calidad de vida.
Entre las principales causas de la obesidad infantil se encuentra el consumo de alimentos chatarra en exceso, la herencia genética, el sedentarismo y la falta de información nutricional.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), las cuatro medidas esenciales para prevenir la obesidad infantil se centran en aumentar el consumo de frutas y hortalizas, legumbres, cereales integrales y frutos secos; reducir la ingesta total de grasas y sustituir las grasas saturadas por insaturadas.
También es necesario reducir la ingesta de azúcares, inclusos los contenidos en bebidas azucaradas; así como mantener una actividad física variada y adecuada para la fase de desarrollo del niño.
De no promover hábitos saludables, el sobrepeso y obesidad en los niños tiene varias consecuencias a largo plazo que afectan a la salud, como es el padecimiento de cardiopatías, diabetes, alteraciones del colesterol y triglicéridos, trastornos osteomusculares, alteraciones respiratorias y cutáneas, enfermedades del hígado y la vesícula biliar, así como accidente cerebrovascular.