Un gran revuelo causó el supuesto robo de menores en la comunidad de San Vicente Boquerón, perteneciente al municipio de Acatlán, por lo que los vecinos, enfurecidos, quemaron a dos personas, a quienes acusaron de llevar dos niños ajenos dentro de una camioneta.
Posteriormente, de acuerdo con El Sol de Puebla, los sujetos fueron bajados a la fuerza por los habitantes de la comunidad y llevados por sus propios medios hasta el Cereso Regional de Acatlán de Osorio.
Sin embargo, para otros pobladores, al parecer eso no sería el castigo para los presuntos ‘robachicos’, pues comenzaron a tocar la campana de la presidencia municipal para convocar a los demás a sumarse a un linchamiento. Y fue antes de las 16:00 horas cuando un tumulto de personas arribó a la penitenciaria con el objetivo de sacar a los acusados y realizar justicia con sus propias manos.
En cuestión de minutos, los detenidos fueron sacados del penal y fueron quemados vivos, mientras las personas veían como tenían una muerte lenta y dolorosa. Además, le prendieron fuego en la unidad en la que viajaban los ahora occisos. El hecho provocó cierre de comercios.
ACTUALIZACIÓN: No eran Ladrones de infantes, habían sido detenidos por ebriedad.
Alberto Flores y su sobrino, Ricardo Flores, eran campesinos. La tarde del 29 de agosto fueron detenidos por la Policía Municipal de Acatlán, Puebla, por ingerir bebidas alcohólicas en la vía pública, pero la población, cansada de ser víctimas de la delincuencia y la impunidad, corrió el rumor de que eran robachicos, se organizaron, la policía les abrió la puerta de la comisaría, los entregó y a los pocos minutos ya estaban ardiendo vivos en medio de la plaza pública.