Muchas personas tienen la creencia de que las vacunas son «benéficas» para la salud. Sin embargo, en los últimos tiempos se ha dado a conocer que este tipo de medicamentos pueden ser sumamente dañinos, ya que algunos de los ingredientes que contienen son peligrosos para la salud. La triste historia que te presentaremos a continuación es una clara muestra de ello.
En la familia de Mara el cáncer cervicouterino era un término conocido. Su tía y su abuela viven con ese diagnóstico. Por eso, cuando le ofrecieron ponerle la vacuna contra el Virus del Papiloma Humano (VPH) a su hija Yael, de 12 años, no dudó en aceptarla.
Después de que le aplicaran la primera dosis, la pequeña comenzó a tener algunos síntomas como fatiga, fuerza disminuida y migrañas que encendieron la alerta, pero los médicos los calificaron como normales.
“Ella nunca ha sido quejumbrosa con las vacunas pero me decía que le dolía mucho el brazo. Los doctores me dijeron que la vacuna era muy dolorosa y que los síntomas de fatiga eran por la edad, entonces lo dejamos pasar” cuenta Mara.
Dos meses después, a finales de febrero del 2013, Yael recibió la segunda dosis de la vacuna contra el VPH. A partir de ese momento su salud empeoró. Dos días después de la aplicación, la joven de 12 años se desmayó mientras estaba en la escuela y tras este incidente vinieron más síntomas inexplicables.
“A la semana se despertó con el brazo hinchadísimo, como de Popeye. Sus dedos parecían salchichas y todo el brazo estaba completamente rojo” narra su madre.
Estos casos de reacción a la vacuna son reconocidos por algunos médicos. “Hay que aclarar que los síntomas son muy raros, pero cuando se presentan son graves. Entre ellos está dolor fuerte de cabeza, dolor muscular generalizado, fatiga profunda, sacudidas involuntarias de las extremidades, etcétera.
Estos síntomas llegan a ser incapacitantes y difíciles de distinguir” explica el doctor Martínez Lavín, Jefe del Departamento de Reumatología del Instituto Nacional de Cardiología «Ignacio Chávez», de acuerdo con investigaciones que él ha realizado de manera personal.
Yael y Mara recorrieron consultorios y laboratorios médicos de toda la ciudad para descartar distintas enfermedades. Le hicieron más de cinco estudios en donde los especialistas descartaron lupus, artritis, reumatismo y esclerosis, pero nadie encontró alguna explicación para el dolor e hinchazón que sufría la menor.