Miles de migrantes hondureños retornaron este martes a su país tras un fallido intento por llegar en caravana a Estados Unidos, imposibilitado por las políticas migratorias y sanitarias de Guatemala. Agotados y desmotivados, los migrantes emprendieron el regreso a Honduras después que el lunes las fuerzas de seguridad guatemaltecas disolvieran a la fuerza la caravana y los obligaran a retroceder en el departamento de Chiquimula, unos 200 kilómetros al este de la Ciudad de Guatemala y cercano a la línea fronteriza.
«Ayer la policía hizo relajo porque no quería que nosotros pasáramos. Hicieron relajo y se me extravió un niño, que ni sé nada del niño, ni de mi marido, porque él estaba con el niño», contó este martes una de las migrantes, Rosa María Baquedán, en El Florido. «Nosotros queremos que nos ayuden. No queremos regresar al país de nosotros porque está muy pobre ahorita. El presidente de ahí no lo ayuda a uno en nada», añadió Baquedán.
Los hondureños forman parte de una caravana migrante conformada por más de9 mil personas, de acuerdo con cálculos oficiales, que había salido en distintas fases los pasados miércoles, jueves y viernes de la ciudad de San Pedro Sula, en el norte de Honduras. Los migrantes se colaron ilegalmente a Guatemala entre la noche del viernes y la madrugada del sábado por el puesto fronterizo El Florido, ubicado en el mismo departamento de Chiquimula.
El grupo que fue disuelto el lunes estaba compuesto por alrededor de 6 mil migrantes y se encontraba varado en una carretera de Chiquimula desde el sábado por la barrera policial impuesta por las fuerzas de seguridad. Mientras, los otros 3 mil hondureños que conformaban la caravana habían logrado avanzar en algunos casos y en otros la multitud se diluyó o emprendió el viaje de vuelta a su país. El Instituto Guatemalteco de Migración ha confirmado hasta la mañana de este martes un total de 3 mil 329 hondureños devueltos obligatoriamente a su país, incluidos 461 menores, aunque la cifra podría ser mayor debido a los retornos voluntarios. Según la portavoz y directora de comunicación de la entidad, Alejandra Mena, el tramo fronterizo se encuentra despejado y en «normalidad», a la vez que se «continúan coordinando los retornos voluntarios».
Desde la semana pasada, el gobierno guatemalteco había advertido que no dejaría avanzar a los hondureños sin cumplir con los requisitos migratorios, principalmente una prueba negativa de la covid-19.