El Senado argentino aprobó este miércoles la propuesta para legalizar el aborto en las primeras 14 semanas de embarazo.
La medida salió adelante en una votación parlamentaria que se prolongó hasta altas horas de la noche con 38 votos a favor, 29 en contra y una abstención.
Cuando se dio a conocer, la marea verde -como se conoce a los grupos que apoyan la legalización- lanzaron gritos de júbilo y emoción, en contraste con la decepción de los celestes o colectivos «provida», que rechazaban su aprobación.
Hasta ahora, la interrupción del embarazo solo era legal en Argentina en casos de violación o cuando la salud de la madre estaba en riesgo.
El presidente Alberto Fernández hizo de la legalización del aborto una de las promesas de su campaña electoral en 2019.
«El aborto seguro, legal y gratuito es ley. A ello me comprometí que fuera en los días de campaña electoral», escribió el mandatario en su cuenta oficial de la red social Twitter tras la votación en el Senado.
Ya en 2018 la propuesta de despenalizar el aborto llegó hasta el Senado, pero entonces los senadores votaron en contra, tumbando así un proyecto que había sido mayoritariamente apoyado en la Cámara de Diputados.
«La Argentina a partir de hoy es un país más libre, es un país más igualitario y es un país mejor», dijo la diputada opositora Silvia Lospennato, una de las legisladoras que impulsó la norma.
Una vez que la ley entre en vigor, toda persona gestante podrá acceder en el sistema de salud al aborto, de forma gratuita y segura, hasta la semana 14 de gestación.
La nueva ley también establece la posibilidad de interrumpir el embarazo sin límite de tiempo a las madres cuyo embarazo sea fruto de una violación o para las que corra peligro su vida, las únicas causales permitidas hasta ahora.
Las menores de 13 años podrán hacerlo con la asistencia de al menos uno de sus padres o representante legal, mientras que las que tengan entre 13 y 16 solo necesitarán autorización si el procedimiento compromete su salud y las mayores de 16 podrán decidir por sí solas.
La ley también autoriza la objeción de conciencia de los facultativos que no quieran participar del aborto, pero siempre que deriven con rapidez a las pacientes a otros profesionales que lo lleven a cabo.
Rechazo de la Iglesia
El aborto legal fue un reclamo durante años de muchos colectivos de mujeres en Argentina, pero también tiene muchos detractores.
Uno de los argentinos que también pareció tomar postura fue el papa Francisco, que, sin referirse al debate en su país, publicó un trino en el que aseguró que «toda persona descartada es un hijo de Dios».
Los partidarios de permitir la interrupción del embarazo aseguran que la posibilidad del aborto legal disminuye el riesgo que suponen las intervenciones clandestinas para las mujeres y les permite tomar decisiones conscientes e informadas.
América Latina tiene uno de los marcos legales más restrictivo sobre el aborto, que está totalmente prohibido en El Salvador, Nicaragua, Honduras, Haití y República Dominicana. En otros países de la región solo se permite en circunstancias muy específicas.
Solo Uruguay, Cuba, Guyana, Guayana Francesa, Puerto Rico y algunas zonas de México permiten en la actualidad que las mujeres soliciten un aborto legal.