El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, informó este lunes que ordenó abrir una investigación sobre el caso de un soldado que presuntamente remató a un delincuente herido tras un enfrentamiento con el Ejército en el nororiental estado de Tamaulipas.
«Se denunció en el periódico El Universal de un posible delito cometido por un miembro del Ejército al rematar a un herido. Hubo un enfrentamiento y se ordenó que lo remataran», expresó el presidente en su conferencia de prensa matutina desde Palacio Nacional.
Por ello, dio «instrucciones al secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval, para que se investigue», aseguró López Obrador, quien remarcó: «No vamos a permitir estas prácticas».
El periódico mencionado publicó este lunes que en la madrugada del 3 de julio soldados dispararon centenares de veces contra una camioneta en la que presuntamente iban miembros del crimen organizado en Nuevo Laredo, Tamaulipas.
Según la versión oficial, ninguno de los 12 delincuentes sobrevivió, pero el diario tuvo acceso a un vídeo en el que se escuchan militares diciendo que uno de ellos «está vivo», mientras otro ordena «mátalo a la v#%ga».
López Obrador aseguró este lunes que «antes había la consigna de rematar a los heridos» en enfrentamientos de las Fuerzas Armadas y el crimen organizado, pero su Gobierno no lo permite.
Señaló, por ejemplo, que durante el mandato de Felipe Calderón (2006-2012) hubo años en los que «no había heridos y muy pocos detenidos», puesto que se ejecutaba a la mayoría de delincuentes.
No somos iguales», remarcó el presidente, quien dijo que cuenta con el Ejército y la Marina para «enfrentar el grave problema de la inseguridad pública» pero «pendientes de que no haya violación a los derechos humanos».
Cuestionado por la prensa, admitió que durante su mandato, iniciado en 2018, «ha habido casos (de violaciones a derechos humanos) pero todos se investigan y se castiga a los responsables».
Preguntado por la masacre de 72 migrantes en San Fernando (Tamaulipas) perpetrada hace 10 años presuntamente por los Zetas, dijo que «están abiertas las investigaciones».
Son hechos muy lamentables, una masacre hace 10 años en Tamaulipas de migrantes. Tenemos que seguir la investigación; no se protege a nadie, no hay impunidad», expresó López Obrador.
Asimismo, el presidente anunció que enviará al Senado una iniciativa para permitir que la ONU «pueda intervenir sin limitación» en México para investigar violaciones a derechos humanos.
Hay al menos una decena de cárteles mexicanos, con redes que se expanden a Estados Unidos, Centroamérica, Suramérica y Europa, y una treintena de cédulas criminales dedicadas al tráfico de drogas, los secuestros y la extorsión.
Los enfrentamientos entre estas organizaciones y entre cárteles y militares ha generado una espiral de violencia en la última década en México, que en 2019 rompió su récord con más de 34.000 homicidios.
El papel del Ejército en tareas de seguridad pública ha sido criticado en México por organizaciones defensoras de los derechos humanos desde que el presidente Felipe Calderón (2006-2012) inició la guerra militar contra el narcotráfico, que siguió con Enrique Peña Nieto (2012-2018).
López Obrador formalizó el papel de los militares en la calle y creó la Guardia Nacional, un cuerpo de seguridad que legalmente tiene un carácter civil pero está formado por soldados y policías.
Con información de Debate