Tras pasar unos días de vacaciones en la playa, un joven de 17 años regresó a su hogar con unas pequeñas marcas rosadas en los pies, sin embargo esto no le generó alarma a él ni a su madre.
Los dos pensaron que podrían ser piquetes de moscos o de algún insecto, debido a que había estado en playas de Florida.
Sin embargo, días después, Michael comenzó a notar que aparecían más marcas al grado de tener sus pies, piernas y glúteos llenos de ronchas rojas y comezón.
Se trataba de una enfermedad en la piel causada por unos gusanos conocidos como anquilostomas que se encuentran en la arena.
Dicha infección causa erupciones con picazón, ampollas y hasta sangrado y suelen aparecer en zonas del cuerpo que han sido expuestas al suelo contaminado.
El joven de 17 años se había enterrado por completo en la arena, por ello es que varias partes de su cuerpo se infectaron.
“Michael acudió en junio a la playa de Pompano Beach en Florida y todavía estamos luchando contra esa infección”, dijo su madre, Kelli Mulhollen a Metro.co.uk.
«Mi hijo está muy enfermo y tendrá cicatrices permanentes. No basta con curitas y vendas. Él tiene que bañarse en agua con lejía (sustancia química como el cloro) tres veces al día para combatir la infección”.