Una pareja francobrasileña, sospechosa de haber forzado a prostituirse a una treintena de jóvenes colombianas que habían llegado a España con la promesa de un empleo, fue interpelada en su domicilio de Aviñón, informó una fuente de la policía francesa en Niza (sur).
Esta pareja, sospechosa de estar relacionada con una red de proxenetas con sede en España, publicaba pequeños anuncios ofreciendo prestaciones sexuales en la Costa Azul, en la región parisina y en la zona de Burdeos (suroeste), según la misma fuente.
«Creaban anuncios y se encargaban de toda la logística, de las reservas en hotel o en apartamentos alquilados por Airbnb, y de la relación con los clientes. Eran todas colombianas, y eso hizo sospechar de la existencia de una red», precisó la fuente cercana a la investigación.
En el allanamiento la policía se incautó de material informático y tarjetas de prepago en las que las víctimas colombianas debían depositar el 50% de sus ganancias. Con un tope de 10.000 euros, estas tarjetas sin cuenta bancaria pueden ser alimentadas en total anonimato con cupones que se compran igual que las estampillas, en quioscos y estancos.
Una de las víctimas colombianas, ubicada en Antibes (sur), dijo a la policía francesa que le habían prometido un empleo en una residencia de ancianos en España. Pero una vez allí le entregaron la factura del viaje que tenía que reembolsar prostituyéndose.
El francés detenido, cuyos antecedentes policiales datan de su juventud, negó los hechos. La brasileña, antigua prostituta, los minimizó.
La policía estima que su actividad de proxenetismo les reportaba hasta 40.000 euros por año.