Enojo, frustración y ansiedad son las respuestas de muchos jóvenes que no pudieron cerrar de manera tradicional una etapa de su vida escolar y despedirse de sus compañeros debido a la pandemia por la COVID-19, dijo a Efe una especialista en Psicología.
«Están frustrados y enojados, porque no pueden terminar su ciclo como otras generaciones lo hicieron y porque no veían un objetivo a hacer las tareas escolares pues no había con quien competir y demostrar lo que se aprendió», dijo la psicóloga del Hospital Civil de Guadalajara (oeste de México) Pamela Vázquez Luna.
La generación 2020 quedará marcada como la «generación coronavirus» con adolescentes y jóvenes que concluyeron su educación básica o superior encerrados en casa y vivieron sus graduaciones desde una pantalla o desde un automóvil.
Los protocolos académicos, las fiestas, la ropa de gala y la despedida con los compañeros este año no tuvieron cabida.
«Los chicos lo pasan peor, porque a veces no son tan tomados en cuenta en sus emociones porque creemos que no tienen grandes problema, pero fueron aislados de la parte más importante que se desarrolla en una escuela, que es el vínculo con las amistades y la identificación con sus iguales», explicó.
La psicoterapeuta Gestalt explicó que esta falta de cierre de ciclos se manifiesta en enojo y la sensación de que les quitaron algo, pues los rituales son importantes para que cualquier persona pueda cerrar un aspecto de su vida, porque marca el final de un proceso.
Recalcó que los padres son importantes para que los jóvenes puedan superar esas sensaciones y deben acercarse a sus hijos para preguntarles cómo se sienten sin juzgar, escucharlos sin intervenir y después hacerles saber que es normal sentirse de esa manera.
Con información de Debate