El presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, fue el gran ausente en las honras fúnebres del diputado sandinista Jacinto Suárez, que se realizaron este 2 y 3 de abril en Managua. Suárez no solo era un “militante histórico” del sandinismo, sino que fue compañero de celda de Ortega cuando estuvieron presos bajo la dictadura de Anastasio Somoza (1967-1972 y 1974-1979) y uno de los hombres más cercanos al mandatario.
La inasistencia de Ortega a las exequias reavivó una pregunta que los nicaragüenses se hacen en medio de la epidemia de Covid-19: ¿Dónde está el presidente?
Hasta este domingo, Ortega cumplió 24 días sin dar la cara públicamente. Contrario a los presidentes centroamericanos, que se han colocado en la primera línea de contención del coronavirus, el mandatario sandinista no ha dicho ni una sola palabra de la epidemia que, hasta ahora ha provocado en Nicaragua seis casos positivos y un fallecido.
La última vez que Ortega compareció públicamente fue el 12 de marzo, cuando participó en una reunión virtual con los mandatarios de Centroamérica, que fue convocada por el Sistema de la Integración Centroamericana (SICA) para abordar el brote de Covid-19. Pese a que la reunión era para conocer las estrategias de cada país ante el coronavirus, Ortega no dijo nada al respecto. Tuvo una corta intervención de un minuto con quince segundos, y se refirió a un documento elaborado por el SICA.