Arturo Marvill 2 diciembre, 2024 3 min read
En una noche repleta de puntos, en la que las ofensivas hicieron lo que quisieron ante las defensivas, los Denver Broncos derrotaron 41-32 a los Cleveland Browns en el Empower Field at Mile High, en un vibrante Monday Night Football de la Semana 13 de la NFL.
Bo Nix condujo el triunfo de su equipo con 294 yardas, 1 touchdown y 2 intercepciones, mientras que Jameis Winston consiguió 497 yardas, con 4 touchdowns y tres intercepciones, las cuales resultaron vitales y muy dolorosas para los visitantes.
Si alguien les hubiera dicho a los Broncos que sufrirían hasta lo indecible frente a los Browns, probablemente no lo hubiera creído. Denver logró llevarse una apretada victoria 41-32 ante un Cleveland que vendió carísima la derrota, pero su tendencia perdedora y los errores de Jameis Winston fueron más fuertes que la explosividad que mostró su ofensiva.
Sea como sea, los Broncos ligaron su tercera victoria en fila y se parecen encaminarse a su anhelado regreso a los playoffs, instancia que no pisan desde el lejano 2015. Por varios lapsos del partido, la ofensiva de Denver se vio superada por la defensiva de Cleveland, pero un gran futbol complementario lo sacó del apuro.
El mariscal de campo Bo Nix terminó el partido con 294 yardas, un touchdown y dos intercepciones; números atípicos a lo que había mostrado en semanas anteriores. El quarterback, sin embargo, fue capaz de llevar a su equipo a zona roja en par de ocasiones, donde liquidaron por la vía terrestre en los pies de Williams y Burton.
La fortaleza de los locales no solo estuvo en esa contundencia, sino en una actuación brutal de su defensiva, quienes forzaron tres intercepciones, dos de ellas devueltas a la zona de anotación. Denver logró apretar a Jameis Winston en el momento más apremiante del partido, cuando el los Browns amenazaban con acercarse a zona de gol de campo y darle la vuelta al marcador.
Se sabe, sin embargo, que el quarterback de los Browns puede ser tan brillante como errático. Winston salió inspirado y hasta antes de la pausa de los dos minutos podía considerarse como una actuación a la altura de muy pocos. El mariscal de campo pasó para 497 yardas y cuatro touchdowns, sin embargo, las entregas de balón en el tramo final del encuentro tiraron al traste lo hecho previamente. Para desgracia de Cleveland, su líder regaló el ovoide a unas cuantas yardas de anotar y el partido terminó de esa forma.
Además de lo hecho por Winston, el receptor Jerry Jeudy firmó una actuación histórica, motivado por su pasado con Denver, equipo del cual salió sin pena ni gloria, pero sí con algunas rencillas con la afición por su bajo rendimiento.
El jugador terminó con 235 yardas y un touchdown, en lo que hasta ahora es el mejor partido de toda su carrera. Lamentablemente para el receptor, no pudo coronar los números monstruosos con la victoria.
Los Broncos se colocaron con marca de 8-5, en plena lucha por uno de los comodines de la Americana, mientras que los Browns siguen en picada con un récord de 3-9, rn una temporada para el olvido.