Arturo Marvill 29 julio, 2024
El anuncio de las elecciones en Venezuela de este domingo, denunciados como fraudulentos por la oposición, generó una ola de reacciones en la comunidad internacional. Luego de que la autoridad electoral, controlada por el chavismo, proclamara ganador a Nicolás Maduro con un 51,20% de los votos sin mostrar las actas y que la oposición denunciara un “fraude masivo”, varios países han expresado sus dudas sobre los resultados y han pedido transparencia y datos verificables, aumentando la presión sobre el gobierno venezolano.
Los datos de los sondeos en boca de urna daban como amplio ganador al candidato opositor Edmundo González Urrutia y aun así, según los datos que anunció el Consejo Nacional Electoral (CNE), Maduro le sacó siete puntos de diferencia a González, según el 80% de los votos escrutados, un anuncio que desató una marea de presiones internacionales.
Varios países rechazaron oficialmente los resultados de estas elecciones y argumentaron la falta de legitimidad del proceso electoral. En la región, la Argentina y nueve países más -entre ellos Perú, Uruguay, Chile, El Salvador, Costa Rica, Panamá, Guatemala, República Dominicana y Ecuador- exigieron una revisión completa de los resultados a través de un comunicado emitido esta mañana.
“Los gobiernos de Argentina, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana y Uruguay manifiestan su profunda preocupación por el desarrollo de las elecciones presidenciales de la República Bolivariana de Venezuela y exigen la revisión completa de los resultados con la presencia de observadores electorales independientes que aseguren el respeto de la voluntad del pueblo venezolano que participó masiva y pacíficamente”, dice el comunicado.
Por otro lado, hay una serie de naciones que llamaron a un conteo transparente y verificable de los votos para asegurar la legitimidad de los resultados. Entre ellos se encuentran Estados Unidos, la Unión Europea, Francia, España, Portugal, Alemania, Brasil, Colombia y el Reino Unido. Estos países solicitaron la intervención de observadores internacionales independientes e insistieron en la necesidad de un proceso electoral justo y libre que refleje verdaderamente la voluntad del pueblo venezolano.
El gobierno de Nicolás Maduro negó la entrada a varios observadores internacionales, lo que aumentó las sospechas sobre la transparencia del proceso. El sábado, un día antes de las elecciones, casi 20 dirigentes y exmandatarios europeos y latinoamericanos fueron deportados de forma expeditiva desde el aeropuerto de Caracas o ni siquiera se les permitió despegar desde Ciudad de Panamá.
En contraste, algunos gobiernos han expresado su apoyo al presidente Nicolás Maduro y felicitaron a su administración por los resultados electorales. Bolivia, México, Cuba, Nicaragua, Honduras, China, Siria e Irán se encuentran entre los países que han mostrado su respaldo.
El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo el lunes que su gobierno reconocerá los resultados si la autoridad electoral del país sudamericano confirma la tendencia que le da el triunfo al presidente Nicolás Maduro. Si esto ocurre, lo cual es muy probable, se sumará a la lista de países que han reafirmado sus lazos diplomáticos y su apoyo político al gobierno venezolano.
Hasta el momento, algunos líderes aún no se han pronunciado oficialmente sobre los resultados. El presidente de Brasil, Lula da Silva -una voz muy esperada- no emitió un comunicado, aunque la cancillería brasileña reafirmó en un comunicado que “el principio fundamental de la soberanía popular, a ser observado mediante la verificación imparcial de los resultados de la votación”.