Arturo Marvill 29 julio, 2024
Un ataque de orcas en el Mediterráneo ha dejado a todos boquiabiertos, luego de que la semana pasada un yate sufrió un aterrador asalto por parte de estos majestuosos depredadores durante al menos dos horas, un ataque que culminó con el hundimiento del barco, valorado en más de 128 mil dólares.
El siniestro episodio del hombre contra la naturaleza ocurrió cuando Robert Powell, de 59 años, y su tripulación estaban en su segundo día de un viaje de 10 días desde Vilamoura, Portugal, rumbo a Grecia cuando se encontraron en la mira de un letal grupo de orcas. La embarcación no logró resistir el feroz ataque.
Powell, quien viajaba en la embarcación para celebrar su cumpleaños, describió como ocurrió el ataque el cual calificó aterrador y aseguró que definitivamente las orcas no estaban jugando ni pasando el tiempo, sino que sus intenciones eran perversas.
“No estaban jugando en absoluto. Sabían exactamente qué hacer. Conocían los puntos débiles del barco y supieron cómo hundirlo. Su única intención era destruir el velero, y lo consiguieron”, expresó.
Las cinco orcas rodearon el velero y se turnaron para destrozarlo en pedazos alrededor de las 8 de la noche en un asalto coordinado que Powell comparó con la carnicería de los lobos y describió que, al principio sintió el primer golpe en el fondo del barco, y supuso que habían pasado por encima de una roca.
“Mientras miraba alrededor del barco para ver si podía ver algo, fue golpeado nuevamente. En el segundo impacto, miré hacia la popa del barco y pude ver la forma oscura de una orca en el agua”.
Recordó cómo las orcas golpearon el timón, lo que dejó al velero sin control después de unos 15 impactos. Fue entonces cuando las orcas se separaron y cada una se concentró en su propia sección del exterior del barco, incluida la quilla y la popa.
“Estaban dando vueltas. Era como ver a los lobos cazar. Se turnaban para entrar, a veces dos entraban al mismo tiempo y lo golpeaban. Obviamente, era bastante aterrador”.
Luego de hora y media del ataque, finalmente el casco del barco finalmente se dobló bajo la presión de las ballenas y se partió, provocando que el agua brotara e inundara todo el velero.
La tripulación pidió ayuda por radio tan pronto como comenzó el ataque, pasaron dos horas antes de que llegara la ayuda, hasta que un barco de rescate procedente de España les ayudó a abandonar el barco siniestrado, minutos antes de que se hundiera bajo la superficie del Mediterráneo.
El año pasado, las orcas también hicieron de las suyas durante una carrera. Un barco en ruta desde los Países Bajos a Italia se encontró en medio de un enfrentamiento de 15 minutos con estos majestuosos mamíferos. La tripulación, desesperada, tuvo que bajar las velas y armar un gran alboroto para ahuyentarlos.
Algunos estudios sugieren que estas orcas podrían estar atacando a los barcos simplemente por diversión.