Arturo Marvill 17 julio, 2024
La super pretemporada que tuvo Bravos, tal vez la mejor que ha tenido en su historia, sirvió de muy poco o nada. Y es que es eso, muy poco o nada lo que ha demostrado el cuadro verde hasta lo que va del torneo. La defensa totalmente de agua, incapaz de ser constante en cuanto a concentración. Los destellos del equipo, muy pocos, en cada partido. La imposibilidad de resolver jugadas de gol, aunado a que son escasas. Y el tema de no reforzar al equipo y morirse con lo que hay, con todo respeto para Jonathan González, que honestamente no representa ese tipo de fichajes que todos esperamos. Lo más sensato es que vayan juntando desde ahorita para la multa del próximo año, porque el panorama luce desolador. Después del sábado habrá una pausa de un mes, para fortuna o infortunio de Bravos, ya no se sabe.
El primer tiempo comenzó con un Pumas presionando desde la salida, seguramente buscando el error de Mosquera que en eso sí ha sido constante. Pero no, en este partido el colombiano ya no se equivocó. Bravos se zafaba de a poco de la presión de los universitarios y poco a poco fue ganando terreno en posesión y en intentos de llegadas. El Chino Huerta intentó una y mil veces sus arranques y aceleres con habilidad, pero todo el tiempo fue neutralizado. El Memote Martínez prácticamente no existió, pues no tuvo ninguna cómoda. Bravos comenzó a insistir y dentro de sus deschabetadas llegadas tuvo una que le rindió frutos. Al minuto 32, Edson Da Silva mete centro al área que por elevación queda a la deriva, el balón cae hacia el chino Venegas que al ver que no tenía mucha oportunidad, cabecea en corto a la posición de Diego Campillo que de primera intención prende la pelota con un fogonazo pegado al palo derecho donde Julio González sólo es espectador para un gran gol del duranguense de 22 años y la explosión de los aficionados. Pumas intentó reaccionar, pero atrás los locales se defendían bien, cosa que ya no sucedió en la segunda mitad.
Para el segundo Gustavo Lema decidió ingresar al mellizo Funes Mori para acompañar al Memote al frente. Pero ese no fue el cambio que le dio resultado. Pumas salió revolucionado y echó a Bravos en su cancha. Los locales desde muy temprano ya no se preocuparon tanto por atacar o buscar el segundo, salvo uno que otro destello por el costado. La UNAM comenzó a apretar y apretar, por lo que era cuestión de tiempo para que cayera el empate, que llegó al minuto 66′, por medio del juvenil de 19 años recién ingresado Ángel Rico, que se encontró una pelota en los linderos del área y un espacio enorme sin que nadie se le acercara para disparar raso y potente pegado al poste izquierdo, para superar a Jurado que no le alcanzó la estirada. Era el empate a 1. Barbieri entonces ingresó al español Aitor García y al colombiano de los pies sabios Avilés Hurtado, pero ninguno de los dos pesó en lo más mínimo. Pumas siguió presionando y atacando. Bravos ya estaba atrás y no salía ni con contragolpe. Y eso fue su acabose. Al minuto 81′, en un saque lateral ejecutado por el uruguayo Ergas, sirve hasta dentro del área a Funes Mori que a su vez hace la función de poste para tocar en corto al que tenía un minuto que haber ingresado, Rodrigo López, quien de primera intención saca un riflazo potente que vence a Jurado, pegando en el poste primero para después ingresar a la portería para la remontada universitaria. Fue a partir de ahí cuando Bravos se preocupó por ir al frente, en busca de la anotación y rescatar por lo menos un punto, pero el travesaño y un disparo que salió a milímetros desviado impidieron que los locales salvaran el encuentro. El arbitro Daniel Quintero silbó después de agregar 6 minutos, con un abucheo gigantesco de un público que, por enésima vez, se sintió ofendido por su equipo.
El próximo sábado una vez más, el pronóstico ante el bicampeón América no es nada optimista. El estadio Benito Juárez con seguridad será invadido por miles de aficionados del visitante, esos aficionados que, a pesar de vivir aquí, al ver al equipo de la ciudad que año tras año juega para pagar multas, no renuncian a su afición al equipo capitalino. Una organización del FC Juárez que, este año más que nunca, da la apariencia que desde el inicio está dispuesto a pelear por no estár en los últimos tres lugares de la tabla. No aspira a más y menos cuando no hay enfoque de reforzar de manera decente al plantel, a menos que en las próximas semanas nos den noticias bomba de última hora. Pero por lo que se ve, estos dos torneos que se avecinan, no serán diferentes a los que siempre se han tenido. En puerta está el amistoso ante el equipo alemán, pero tristemente servirá de nada para avanzar en algo, para lograr subir la calidad. Barbieri trabaja con lo que tiene, con las uñas, pues al final del día, es el menos culpable de todo