Taylor Swift regresa a España 13 años después de su última visita con un viaje por toda su carrera que revoluciona al público patrio.
ELENA ROMERO VARGASPublicado · 30 de mayo de 2024, 09:53 h
« It’s been a long time coming« (ha pasado mucho tiempo). Con esta frase Taylor Swift arranca The Eras Tour, la gira con la que desde hace más de un año se está recorriendo todo el mundo y en la que hace un repaso de los grandes éxitos de su carrera. Ayer la pronunció en territorio español. Concretamente, en el Estadio Santiago Bernabeu de Madrid, el escenario elegido por la cantante para traer a Madrid su tour y para volver a España 13 años después de su última visita.
Ha pasado mucho tiempo desde que Taylor Swift visitó por última vez nuestro país y la expectación por verla de vuelta con un concierto tan especial como The Eras Tour empezó a palparse desde primera hora de la mañana por las calles de la capital. Los alrededores del Santiago Bernabeu se tiñeron de los colores que representan a las eras de la cantante en forma de plumas, lentejuelas y estilismos hechos a mano por los propios fans.
ENAMORADA DEL AMOR
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Ni el calor ni el sol que empezó a apretar desde bien temprano fueron impedimento para que más de 60 mil personas aguardasen la vuelta de la de Pensilvania como quien espera que pase algo grande. A escasos minutos de las 18:00 horas de aquel caluroso 29 de mayo se abrieron las puertas del estadio y poco a poco el Bernabeu se fue llenando de brillos, gafas de sol en forma de corazones y algún que otro Travis Kelce.
Antes de que llegase el ansiado momento de ver a Swift sobre el escenario, fue el grupo Paramore el encargado de abrir boca. A pesar de los nervios y la expectación de los swifties que poco a poco iban llegando, la banda estadounidense recibió una acogida de lo más agradecida por parte del público español, que empezó a soltarse con canciones míticas del grupo como Still into you, Ain’t it fun o Misery Bussiness.
It’s been a long time coming
Por fin apareció el enorme reloj con una cuenta atrás en la pantalla. En menos de dos minutos daría comienzo uno de los shows más impactantes que se han hecho en la historia de la música a cargo de una artista que, sin duda, ha cambiado las reglas de juego. El reloj dio paso a la famosa casa de las eras, es decir, de los distintos discos de Taylor Swift, mientras sonaba el nombre de cada una de ellas de fondo. En la presentación resonaba también la famosa frase inicial de The Eras Tour, solo que en Madrid sonaba diferente: era como si Taylor Swift le estuviese dedicando esas palabras a un país que lleva más de una década sin disfrutarla en directo.
El propósito de enmienda de Taylor Swift era evidente. Quería compensar a España todo ese tiempo perdido lo hizo como mejor sabe: con sus canciones. El Eras Tour de Madrid arrancó, como lleva haciendo desde el comienzo de la gira, con la era Lover. Enfundada en un espectacular body de Versace, interpretó temas como Cruel Summer, The Man o Lover. El anhelo romántico de esta canción dio pie a la siguiente era, Fearless. En apenas unos minutos cambió su body por un vestido estilo charlestón firmado por Cavalli para volver a la inocencia de You belong with me o Love Story.
El espíritu adolescente se mantuvo en escena con la llegada de Red, la era de los tres cambios de look en escena y la encargada de dejar el show en su punto más alto con la versión de 10 minutos de su canción All too well. Y del desengaño a la ilusión del primer amor de Enchanted, la canción encargada de representar la era Speak Now y que ensguida da paso a uno de los momentos más potentes de la artista y, por supuesto, del concierto: Reputation.
Taylor Swift dejó a un lado el vestido de princesa de Speak Now para enfundarse en el ya icónico mono asimétrico de Roberto Cavalli. Como si de un mecanismo programado se tratase, toda la locura juvenil y la delicadeza naive de las eras anteriores desaparecen en favor de la fuerza y el poder que se apoderan de Swift cuando empiezan a sonar las notas de Ready for it? y que mantiene firmes hasta el final de Look What You Made Me Do.
Desde hace una semana los rumores sobre que Taylor Swift iba a anunciar la reedición de su álbum Reputation en esta primera fecha en Madrid sonaban con fuerzas. Sin embargo, el anuncio no llegó. Lo que sí que pudimos comprobar y afirmar con rotundidad en esta parte del concierto es que Taylor es una intérprete nata: cuenta las historias de sus canciones con cada parte de su cuerpo como si de la actriz de método más prestigiosa se tratase. Tendremos que esperar para escuchar el sonido de la serpiente actualizado, pero esa noche de miércoles pudimos, al menos, ser testigos de cómo su capacidad de seducción y magnetismo van a seguir reinando llegue cuando llegue la reedición.
El único momento del Eras Tour que Taylor Swift no tuvo bajo control
Y de la sensualidad y la fuerza poderosa de Reputation, le llegó el turno a esa era donde un amor más reporado, maduro e intimista protagoniza la era Folklore/ Evermore, una de las más esperadas del concierto. El público volvió a enloquecer cuando apareció la casita de madera en la que Taylor arranca esta parte del concierto en la que se transforma en una criatura del bosque le inunda la escena de una magia que solo pueden conseguir criaturas tan especiales como ella.
Una de las cosas más impactantes de The Eras Tour es la organización y coreografía que tanto Swift como su equipo ejecutan de forma impoluta durante las más de tres horas ininterrumpidas de concierto. De las salidas por las trampillas del escenario a los cambios de looks en cuestión de segundos a los que se somete la artista. Incluso podía decirse que los discursos están milimetrados para que no se escape nada.
Sin embargo, Taylor Swift no contaba en su planning perfecto con lo que el público español le tenía preparado. Fue durante el momento Evermore, justo al terminar Champagne problems, el desgarrador tema que interpreta sentada a un piano cubierto con hojas. La emoción de los asistentes derivó en una ovación masiva que se alargó durante varios minutos y que dejó a Taylor Swift tan sorprendida como emocionada por dicha reacción. No obstante, supo reponerse rápido de la emotividad del momento y enseguida siguió con el plan establecido que llevaba directamente al triángulo amoroso ficticio de Folklore que cuenta en Cardigan, Betty y la canción que siguió a la ovación, August.
1989 y The Tortured Poets Department fueron las eras encargadas de continuar con el show. De temas tan populares como Blank Space, Bad Blood o Shake it off pasó a las nuevas incorporaciones a su discografía. La puesta en escena de su última era fue, sin duda, una de las propuestas más impactantes de la noche. Taylor Swift llevó a cabo una performance completa en la que bailarines, decorado y vestuario jugaban un papel fundamental en el sentido narrativo de esa parte del show. Los tambores de guerra en The Smallest Man Who Ever Lived, la cama giratoria de Fortnight o la actuación circense que pone sobre el escenario a la Taylor más desquiciada son tan solo algunos de los pequeños espectáculos que acompañan a las canciones más nuevas de la artista.
De la decepción a la sorpresa que pudo ser y no fue
Al fin, uno de los momentos más esperados de la noche: el set en acústico. En esta parte del concierto Taylor Swift canta, primero a la guitarra y luego al piano, algunos temas de su carrera que varían según la ciudad en la que esté. Al ser el único momento en el que el show varía, las expectativas eran muy altas y las redes sociales estaban volcadas en adivinar qué canción sorpresa interpretaría en su vuelta a España.
No obstante, las decisiones de Taylor Swift dejaron un poco fría a la audiencia. Empezó la sesión con Sparks fly, una canción que incluye en su álbum Speak Now y que cantó como homenaje a la última vez que estuvo de gira en España. A continuación, interpretó I Can Fix Him (No Really I Can) y I Look in People’s Windows, dos temas de The Tortured Poets Department que, si bien sonaban en las apuestas, no eran ni de lejos la opción favorita de los swifties.
Pero todo cambió cuando empezó a tocar las notas de Snow On The Beach en el piano, una canción que interpreta junto a la cantante Lana del Rey. La multitud enloqueció enseguida, pero no en vano. Durante toda la jornada se estuvo especulando con la posibilidad de que Lana del Rey fuera de invitada al concierto de Taylor Swift en Madrid debido a su próxima actuación en Barcelona. Que la de Pensilvania escogiera esa canción como una de las sorpresas de la noche hizo pensar al momento que los rumores eran ciertos y que habría visita especial. Sin embargo, no fue más que una jugada maestra del sentido del humor de Taylor, que sabiendo bien de qué iban los rumores, no quiso dejar escapar la oportunidad de darle un pequeño susto a sus fans.
El show llegaba a su fin y después del momento casi sorpresa del set acústico le llegó el turno a la era que cierra el concierto, Midnights. Anti Hero, Bejeweled o el momento Cell block tango de Vigilante Shit fueron algunos de los temas que precedieron al broche de oro del show del año. Karma fue la canción encargada de cerrar el Eras Tour. El escenario se inundó de colores que hacía alusión a todas las eras, también a esa que lleva el nombre de la canción y que nunca llegó a ver la luz (¿cerrará Taylor su tour con este tema como homenaje a esa era perdida?