Arturo Marvill 27 abril, 2024
El rival se presentaba con una necesidad apremiante de victoria por cualquier marcador para acceder a la postemporada. León cometió el error de cederle la iniciativa a Bravos durante todo el primer tiempo y no le quedaron los suficientes minutos al final para lograr su cometido. Los fronterizos se despidieron de manera grata ante su público, que hubiera preferido una victoria. Ahora está a nada de asegurar el pagar la multa menos onerosa y en la víspera de hacer un exhaustivo trabajo de escritorio a partir del lunes, que junto con el director técnico Mauricio Barbieri deberán trabajar horas extras para el armado del equipo con miras al apertura 2024, haciendo una reducción del presupuesto inicial de 46 millones de pesos, que es lo que se deberá pagar a causa de dos malos torneos. Tanto Bravos como León verán el play in y la liguilla por televisión.
La primera mitad León mostró prácticamente nada ante el excelso trabajo de nulificación de los de casa a su orquestador, el peruano Ángel Mena. El histórico Andrés Guardado tampoco pudo fluir como hubiera querido, pues cada que le llegaba una pelota ya tenía a dos Bravos peleándole el esférico. Mientras, los verdes se adueñaban de la pelota de a poco y generaban las aproximaciones aunque la calca de todo el torneo se hacía presente, la falta de precisión en la culminación de la jugada. Dieter trataba de orbitar por todo el campo, pero su toque de orquestador siguió fallando como toda la temporada. León no atacaba y Bravos se encimaba cada vez más. Hasta que el dios Eolo jugó a favor de los de casa. Al minuto 39′, Villalpando sirve hacia la descolgada por derecha de Edson da Silva, el brasileño encuentra el claro para mandar servicio, levanta la vista y su centro es movido ligeramente por el viento hacia el ángulo superior derecho de la portería, que sorprende por completo a Rodolfo Cota que ya reacciona tarde y no puede evitar que la pelota se incruste de manera espectacular al fondo de las redes para la explosión del San Benito y un gran gol del brasileño, chiripero o no, pero de manufactura exquisita. Los visitantes adelantan líneas entonces pero ya no había tiempo para intentar la reacción. Adonaí Escobedo agregó un sólo minuto extra para después pitar el final de la primera parte.
La segunda parte marcó la salida de Mena y mostró a un León dolido y revolucionado. Necesitaban darle la vuelta al marcador para tener partido la próxima semana. Pero Sebastián Jurado volvió a ser factor y salvó varias de gol mientras que Bravos no encontraba como equilibrar la balanza. Barbieri estaba indeciso de los cambios que debía hacer y La Fiera estaba encima. No iba a tardar en caer el empate y al minuto 59′, viene una pelota débil hacia el área vigilada a medias por Calvo y Mosquera, ninguno hace nada para asegurar la pelota y Federico Viñas asechaba y les pelea el balón y se lo logra llevar hacia un extremo, el uruguayo se quita a Mosquera casi en el rincón y observa la llegada de Adonis Frías que de un toque adelanta la pelota, Jurado sale muy indeciso y Frías le toca el balón a un lado colándolo para dirigirlo a portería que lenta y dramáticamente se va metiendo, aunque Francisco Calvo alcanzo a llegar pero no fue capaz de sacar la pelota y en la línea la patea pero la estrella en el poste y luego se termina de meter para el empate que le daba esperanza al visitante y un baldazo de agua fría para los asistentes. En los minutos posteriores, Jurado después de su mala salida en el gol, impide varias veces la anotación del play in para el León. Avilés Hurtado ingresaba al campo y no pudo definir en par de ocasiones el que hubiera sido el del triunfo para el FC Juárez. Cota también se agigantaba en un cierre de partido de locura. Los porteros fueron las figuras de ambas escuadras y determinantes para que el marcador terminara en empate una vez que Escobedo pitó el final de los cuatro minutos agregados al tiempo regular.
El torneo termina con un lugar abajo de la media tabla general, con un pago de multa y en resumen con un año deportivo mucho más malo que regular. Cambios deberá de haber, incorporaciones y bajas que tienen que conformar un equipo mucho más competitivo. Se anhela una escuadra que juegue, que ofenda al rival, que emocione. Que le juegue de igual manera al superlíder como al colero general. Se requiere un equipo que haga soñar a la afición, que no sea un espejismo de unos cuantos partidos. La afición lo necesita. Un equipo al cual se le genere una identidad de triunfo y no una de sufrimiento continuo y de aspiraciones muy bajas. Unos Bravos que de verdad lo sean, que preocupen al de enfrente, que aspire a liguillas y que jueguen para ser campeón y no para no pagar multas. Eso está por verse, sólo habrá que esperar