DEPORTES

Bravas despilfarra clara ventaja y Puebla le termina empatando a 3 en el Cuauhtémoc. Ahora ya está en chino su pase a la liguilla

  Arturo Marvill   21 abril, 2024 

Lo tenían todo y más para ganarlo, pero Bravas lo obsequió todo en el segundo tiempo y terminaron pagando caro, muy caro, tanto que ahora la liguilla se ve más lejana que nunca, ante el brutal cierre de torneo ante los equipos que son infinitamente superiores al que acaban de enfrentar y, si tomamos en cuenta el nivel mostrado el día de hoy, la esperanza de rescatar algo en los próximos tres partidos, es prácticamente nula. Hoy Blanca Solís demostró plenamente el porqué casi no tiene minutos en el presente torneo y Oscar Fernández está metido en otro problemón: los minutos que se deben cumplir con jugadoras menores. El segundo gol de las poblanas fue en fuera de lugar, mas no son ellas culpables del mal marcaje arbitral y sí tienen todo el mérito de aprovechar la displicencia de la visita y la baja de intensidad, para rescatar el empate que a Bravas le sabe a una amarga derrota que las tiene casi fuera de la postemporada tomando en cuenta lo que se les viene en el calendario.

La primera parte estuvo acompañada de continuos desbordes de la velocista Chilufya, pero con sus centros eternamente malos. La africana necesita trabajar con eso y más ahora que estará en los Juegos Olímpicos de París. Jasmine siempre la acompañaba pero nunca llegaba a sus pies la pelota. Y en ese inicial dominio de las verdes, que fue prácticamente durante todo el primer tiempo, vino un brutal error de la tanzana Julitha Singano al minuto 6′, cuando recibe un balón en el área y cuando intenta hacer una finta pierde la pelota que le pelea Aisha Solorzano, la africana trata de recuperarle la pelota y termina fauleando a la delantera local para un penal decretado por Priscila Pérez Borja, amonestando a la vez a Singano. Falta cobrada a la perfección por la misma Solorzano que inauguraba el marcador y ponía de nervios a Oscar Fernández. Fue entonces que Puebla jugó al contragolpe a modo de pelotazos que nunca fructificaron y el partido estuvo con las locales en su área durante casi todo el primer tiempo. Así entonces, era cuestión de minutos para que las verdes clavaran el empate y al 21′, en un tiro de esquina cobrado por Grace, el balón a media altura es golpeado con la testa por Janelly Farías, pero a la vez con el hombro de la defensora Dulce Martínez, y la pelota se incrusta dramáticamente a la portería para el empate. Finalmente el gol se le acreditó a Farías. Dos minutos más adelante, Prisca desborda y manda otro mal centro que rebasa a Jasmine, pero esta hace el intento de rescatar el balón retrasado y en su empeño es trabada por Barbara Murillo frente a los ojos de Pérez Borja que no duda en marca el penal. Casarez es la encargada de cobrar la falta que ella misma propició, pero lo hace demasiado anunciado, tanto que la portera de casa Paola Manrique todavía se da el lujo de percatarse del perfil que toma la californiana y le ataja el disparo hacia su mano derecha, casi centrado y sin potencia. Pero no había tiempo que perder y las verdes siguieron con su plan de embate continuo, entre tiros de esquina, fueras de lugar y la velocidad de Prisca. Pero fue hasta el minuto 42′ cuando el dominio rinde frutos, cuando en otro tiro de esquina cobrado por la ghanesa Asantewaa, Annia Mejía se adelanta perfecto a la marca y peina suave y preciso hacia el otro extremo de la portera Manrique que sólo ve como el balón se introduce pegado al poste derecho para la ventaja de las verdes. Ya en tiempo de compensación, al minuto 47′, Destiney Durón encuentra en buena posición en el frente a Jass y le manda desde media cancha tremenda pelota que la californiana, aprovechando su zancada, toma con ventaja sobre tres defensoras poblanas y al confrontar frente a la portería a Manrique, la dribla en su salida y ya casi sin ángulo alcanza disparar de derecha hacia la portería clareando a una defensa que nada pudo hacer para evitar que la pelota entrara y marcar el 3-1 que absolutamente todos habíamos pensado que era el de los tres puntos. Priscila Pérez Borja pitó el final de la primera mitad.

En el segundo tiempo las cosas cambiaron. Fernández estaba relajado, las chicas también. Todo era felicidad en la banca de las visitantes. Pasaron unos minutos y el técnico español decidió que era oportunidad para darle minutos a Blanca Solís y sacar a Destiney Durón. La chiapaneca no se puede quejar, pues Fernández la colocó como la 9 natural. Tuvo dos oportunidades clarísimas de gol. Ambas las falló y con esto le dio la razón al técnico español al tenerla la mayoría del tiempo en el torneo en la banca. Bravas en general bajó de intensidad, ya no peleaban con tanto pundonor los balones y Prisca seguía mandando malos centros en sus cada vez menos desbordes. Hacía mucho calor y la altura también fue factor. Las locales se percataron y comenzaron a llegar con más frecuencia y peligrosidad. Palafox entró por una agotadísima Chilufya. Pareciera que las que entraron se habían cansado de tanto calentar, pues tampoco fue que se sintiera dominio de las verdes gracias a las piernas frescas de las recién ingresadas. Y dentro de todo este relajamiento del técnico y jugadoras de Bravas, vino el orgullo y embate de las poblanas. La visita comenzó a cometer faltas innecesarias en las inmediaciones del área. Y lo pagaron. Al minuto 64′, una falta y tiro libre ejecutado por Andrea González, la defensa de las juarenses duda si salir o no y en ese inter el balón cae hacia donde venía llegando Dulce Martínez que, con más de un pie en fuera de lugar, remata ante el fallido despeje de Sumiko a la derecha de Renata que se queda sin oportunidad. Gol en outside que, al no existir el VAR en la Liga MX Femenil en el torneo regular, significó el acercamiento en el marcador. Después de eso vinieron el par de fallas de Solís que pudieron haber sido el cuarto de Bravas. Los goles que no anotes los verás en tu propia portería dicen los antiguos. Y sucedió. Los minutos avanzaban y ahora la fronterizas estaban en su propio territorio, sin prisa y tranquilas. Pero era un sólo gol la ventaja. Es el Puebla tal vez pensaron ellas y Fernández. Se cumplía el tiempo regular. Juárez ya tenía los tres puntos en la bolsa y ya hasta tal vez pensando como enfrentar a las tres gigantes en los próximos días. Pero al minuto 94′, en un embate orquestado por dos jugadoras que salieron de la banca, Ivonne Najar se va al frente por la izquierda y cercana al área manda centro que techa a todas las defensoras verdes, incluyendo a Karime Abud que se perdió en la marca, pues el balón la rebasa y le cae justo atrás a Liliana Fernández que recibe bien y dispara a la salida de Masciarelli al ángulo contrario para el dramático empate y la casi derrota de Bravas que, entonces sí, en los escasos minutos finales se apuraron y fueron con todo al frente, pero de manera tan desordenada que no significó peligro alguno para la portera Manrique que, dicho sea de paso, fue mínimamente exigida en el segundo lapso, también debido a los yerros de Solís. El silbatazo de Pérez Borja fue como victoria para las de la franja y una daga punzante para las aspiraciones de las fronterizas.

El próximo jueves en Monterrey ante las Amazonas, las actuales campeonas de Mila Martínez, será el primer duelo monstruoso de los tres que le restan en el calendario a las chicas dirigidas por Oscar Fernández. Tristemente ahora para aspirar a liguilla, deberán depender también de otros marcadores, pues los pronósticos para estas tres jornadas son oscuros y aterradores. Oscar Fernández ha dicho que si las dos grandes que faltan por visitar Juárez se quieren llevar los tres puntos del San Benito, “pues que vengan y lo intenten”. Se requiere algo más que declaraciones bravuconas y de advertencia. Una inyección de orgullo y partidos jugados por nota. Enfoque físico y psicológico, pero sobre todo, hacer a un lado los errores cometidos recientemente, que de suceder de nuevo, las que vienen no perdonarán tan fácilmente. Hasta ahora son 23 puntos y sólo el pundonor y gallardía pudieran provocar aumentarlos. Se ve difícil, muy difícil, pero no imposible