Arturo Marvill 31 marzo, 2024
Fueron 10 minutos, sólo 10, en donde Bravos supo que hacer, supo jugar, supo generar…… y supo remontar para ganar. Pero maldita sea ¿porqué tan poquito?. ¿Porqué no se juega así la mayor parte del partido?. Santos tuvo el partido en sus manos, la victoria, pero entendió que el rival ya no iba a poder hacer nada por el torneo que está teniendo. Y pues entendió mal. Durante la semana el paseño Santi Muñoz había declarado que Los Guerreros iban a ser el caballo negro del campeonato, casi alardeando una seguridad de sacar los tres puntos de esta frontera…… y se equivocó. Nacho Ambriz se ha convertido en un clientazo de Bravos, pues en donde esté, León, Toluca y ahora en Santos, Bravos le suele zarandear a sus equipos cuando estos salen en calidad de favoritos sobre los de la frontera. Pero la multa sigue encima, muy encima, por lo que no hay nada que celebrar todavía.
El primer tiempo fue desesperante por parte de Bravos. Poca, muy poca profundidad, pases equivocados y en los acertados, la incapacidad de los jugadores de retener el balón, pues lo perdían fácilmente. Ni una sola llegada a gol, sólo una aproximación de Michael Santos que, como casi siempre, no supo resolver. Él y Edson da Silva se la pasaron cayéndose de nada y reclamándole al arbitro cuando este no caía en el engaño de sus faltas fingidas, aunque en una de esas, al minuto 13′, el uruguayo lo logró cuando le sacó la roja directa a Salvador Mariscal en una jugada sobre Santos que Yair Miranda de lejos había juzgado de expulsión, pero el VAR le hizo ver que ni siquiera falta había sido. Cuando transcurrían los minutos, el partido lejos de prosperar, más se trababa y se convertía en un encuentro poco digno de ver. Benny Díaz tuvo una única prodigiosa intervención en los primeros minutos, después de atajar un trallazo de Santi Muñoz que había llegado pleno a portería. Pero de ahí nada más, los entusiastas seguidores de los visitantes, residentes en esta ciudad pero con muchos años de haber llegado de la Laguna para encontrar trabajo, hacían en ocasiones más ruido que la mayoría de los asistentes seguidores de los locales. Miranda pitó el final de la primera mitad que resultó más mala que comer mariscos en estado de descomposición.
La segunda parte iba a continuar igual para los Bravos-Cobras, después de un emotivo homenaje en el entretiempo a los legendarios ex jugadores de las Cobras de los 80’s y 90’s. Siguió la tendencia de caerse por nada, fingir faltas y provocar bostezos en Carlos Acevedo en la portería santista, al escasear la claridad y llegada de Bravos. Santos adelantó líneas entonces y pronto encimó a los locales. Los frutos de esto llegaron al minuto 61′, cuando Cervantes aprovecha un rebote que le cae por un costado y profundiza para intentar un centro que el tico Calvo le bloquea, la pelota le vuelve a caer y recentra a segundo poste donde Edson da Silva se eleva pero sólo la roza y al terminar el salto, de manera increíble no puede sostener el equilibrio y termina por caer, dejando la puerta totalmente abierta para el jovencito lateral Emmanuel Echeverría que recibe con libertad y fusila a Benny que ante la falla de da Silva, lo deja desprotegido sin evitar la anotación de la visita. En los minutos posteriores, el brasileño siguió cayéndose de la nada, fingiendo faltas y reclamando tirado al arbitro en lugar de pararse y seguir luchando. Que malditas le estará viendo Barbieri a este autentico petardazo brasileño para considerarlo inamovible en el cuadro titular?, cuando ni siquiera genera, no contiene, no defiende y se cae de la nada?. Será porque es su paisano?. Sin embargo, el técnico de Bravos reacciona y manda cambios a la cancha, incluyendo a Avilés Hurtado, que a poco de su ingreso se pierde el empate de manera increíble, cuando recibe un rebote en el área bombeado completamente sólo frente a Acevedo y en vez de fusilarlo, deja botar el balón para intentar la de lujo, sólo para que le cayeran tres defensas a despojarlo de la pelota. Entrarían también Manu Castro y Zaldívar, quienes su aportación sería más que fundamental en los últimos 10 minutos, mas los agregados. Santos dejó por completo de atacar, vieron que Bravos intentaba pero a la vez no hacía nada y se tiraron atrás. Grave error de los de la Laguna, al menospreciar al sub colero general. Fueron los 10 minutos más intensos de Bravos que se le recuerden en este torneo. Los locales se lanzaron al abordaje viendo la indiferencia en el ataque de la visita ante el aliento de los miles que nunca, a pesar de los pésimos minutos anteriores, dejaron de alentar y gritar, ahogando las porras de los animadores “locales-visitantes”. Al minuto 87′, viene un tiro de esquina cobrado por el uruguayo Manu Castro, cuyo ingreso a la cancha marcó enorme diferencia. El centro es elevado y pasado a segundo palo, tan pasado que Acevedo nunca llega a la pelota que ya esperaba el costarricense Francisco Calvo que sólo pone la cabeza para rematar el balón y meter el empate y hacer estallar al San Benito. De manera increíble, la visita parecía se iba a conformar con el empate, pero Bravos quería los tres puntos y olieron sangre. Y fueron por más. Yair Miranda agregaría seis minutos adicionales. Al minuto 95′, una falta en tres cuartos de cancha en terreno santista. Iba a venir a cobrar de nuevo Manu, el hombre de los centros milimétricamente exactos. El servicio lo manda a media altura a segundo poste justo donde estaba Ángel Zaldívar que entre un mar de cabezas verdiblancas da un pequeño salto para conectar con la testa preciso y justo a la derecha de Acevedo que no llega al balón pese a su estirada, para el gol que hizo explotar al San Benito. Y pudo llegar el tercero a segundos del silbatazo final, pero Avilés no pudo conectar con propiedad y fue entonces que Yair Miranda hizo sonar su silbato para convertir en fiesta el Olímpico Benito Juárez.
La victoria permite a Bravos subir un escalón más en la tabla general, pero en la porcentual sigue siendo el problema, pues se requiere subir dos más para abandonar la zona de multas, por lo que todos los partidos siguientes serán una final para los por ahora Bravos-Cobras. El siguiente cotejo será en San Luis en el Alfonso Lastras, justo en el mismo lugar donde una semana después las chicas se jugarán buena parte de su pase a la liguilla. Los Tuneros han tenido un torneo bastante irregular, después de que en el anterior fueron la sensación. Sin embargo su temporada no ha sido tan mala como la de Bravos, por lo que en esta final, los fronterizos deberán jugar no sólo 10 muy buenos minutos, sino la mayoría del encuentro, si es que su deseo es evitarle la costosa multa a los dueños de la franquicia