Arturo Marvill 30 marzo, 2024
Los duelos entre Bravas y Toluca han sido, por lo menos en los últimos tres torneos, cerrados en demasía. Este no fue la excepción. Nuevamente la idea ofensiva de las locales se perdió, contra un rival que prácticamente vino a echar el camión atrás, pues las del Estado de México no generaron una sola opción de peligro. Renata Masciarelli bien pudo ir a preparase un té, tomárselo en las gradas, revisar sus redes sociales en su celular y todavía hacer dos o tres llamadas y regresar a la portería en cada uno de los tiempos y no hubiera pasado nada. El resultado compromete por demás la posibilidad de liguilla para las fronterizas, tomando en cuenta el cierre de calendario que tendrán ante tres equipos pelean la cima general. Ahora el fallo también recayó en Oscar Fernández, al no hacer los cambios adecuados y viéndose un tanto cuanto reservado y no tan ofensivo en sus opciones que ingresaron a la cancha de cambio. La ausencia de la japonesa-brasileña Yuki Watari se ha notado a la ofensiva, pues si bien no ha tenido un torneo que se le parezca al anterior, cada que entra de cambio preocupa demasiado a las defensas y técnicos rivales.
La primera parte fue de traba absoluta, sobre todo por parte de las visitantes, que se preocupaban más por cortar que por construir. Gran parte del tiempo las toluqueñas estaban en su propia cancha atentas a los embates de la velocista Prisca o de la potencia y arrojo de Jasmine Casarez. Y lograron su cometido, pues cada que Chilufya desbordaba, todos sus centros se topaban con piernas de uniforme negro. La brasileña Woch no existió en lo más mínimo, pues nunca encontró sociedad con la camerunés Michaela Abam. Ambas extranjeras fueron por completo nulificadas por la defensa de las fronterizas que, también hay que resaltarlo, nunca perdieron el enfoque. Sin embargo, lo trabado del partido no dio ni siquiera tampoco para Bravas, que nunca se acordaron del tiro de media distancia, quizás porque no terminan de dominar esa parte del juego. La jugada más cercana fue en una serie de rebotes al minuto 31′, en donde en medio de despejes débiles, la ghanesa Asantewaa tomó un rebote y soltó un riflazo que cimbró el travesaño negándose el gol para las locales. El arbitro Jonathan Peinado, que ni siquiera se tuvo que despeinar en todo el encuentro, silvó sin novedad ni sobresaltos el final de la primera mitad.
El segundo tiempo fue prácticamente una calca del primero. Toluca jamás fue al frente y si Masciarelli tocaba el balón, era porque le llegaba de un centro malo o porque una de sus compañeras de la defensa se lo retrasaba, casi nada más para que tuviera actividad. Las Diablas Rojas como que intentaron apostar al pelotazo a su delantera Abam o mediante una genialidad de la brasileña Woch. Ni una ni otra logró cosa alguna, en tanto que Bravas, al ver la pared que habían edificado las visitantes, intentaron por ambos costados con la velocidad de Prisca y Jass, que constantemente se cambiaban de banda, pero sin mucha claridad. A la mitad del segundo tiempo, se da un choque de cabezas en el área del Toluca entre la tanzana Julitha Sigano y la portera estadounidense visitante Kayla Thompson, situación que obligaría a la arquera toluqueña a salir de cambio. Sin embargo, nada iba a cambiar, pues tampoco fue así que las fronterizas estuvieron muy cerca, pues sus llegadas no eran con idea, muchas veces “atrabancadas” con una Jasmine ya desesperada de no poder clarear al frente y una Chilufya que terminó fundida y ya sin piernas y que nunca tuvo la profundidad por la que tanto peleó en todo el encuentro. En esta ocasión, la conexión entre la media cancha y la delantera de Bravas fue prácticamente cero. Nunca se vio claramente como alguno de los dos equipos terminaría por anotar y desde muy temprano, el empate se veía venir, cosa que sucedió una vez que Peinado se despeinó solo para pitar el final del encuentro.
Con toda seguridad Bravas amanecerá el lunes en el límite que quedar fuera de zona de liguilla después de este resultado, pues las Pumas no van a necesitar de mucho para rebasarlas en la tabla general cuando enfrenten a Santos Femenil que son el peor equipo de la liga, que otorga tres puntos a quien las enfrenta. La cosa se ha puesto en total predicamento, pues estos últimos puntos que se han dejado escapar en casa van a ser muchísima falta al final del torneo. Después de la fecha FIFA, las fronterizas jugarán tres encuentros en fila de visita, siendo el próximo en el Estadio Alfonso Lastras para enfrentar a San Luis. Se acabó el margen de error y la liguilla se verá tan cercana o tan lejana como ellas lo determinen