Arturo Marvill 9 marzo, 2024
Aunque el marcador pudiera indicar lo contrario, Bravas logró un sufrido triunfo sobre unas desordenadas jugadoras celestes que no son mas que el reflejo del torneo que están teniendo. Las chicas dirigidas por Oscar Fernández contaron con la fortuna en la primera parte de que sólo un error de los múltiples que tuvo la niña portera Alexa Gurrola, fuera gol en contra. Fue un primer tiempo de terror para la juvenil juarense, que salió llena de nervios e inseguridad, que ya para la segunda parte logró controlar. Pero la necesidad de sumar minutos a las menores la tiene ahí y lo tiene que afrontar y naturalmente, aprovechar. Si bien fueron cuatro goles, los del despegue definitivo cayeron en los minutos finales, pero mientras llegaban, la moneda seguía en el aire con franca sensación de empate para las locales. Pero tuvieron que entrar las pesos pesado de la ofensiva juarense para resolverlo todo de una vez por todas
En la primera parte se volvió a ver unas Bravas inconsistentes y erráticas en los primeros minutos. Norma Palafox regresó de su lesión, pero su baja de nivel sigue siendo evidente al desperdiciar una clarísima de gol. Y mientras esto sucedía, Alexa Gurrola confrontaba los minutos más difíciles desde su debut en la Liga MX Femenil, al cometer descomunales errores pero que para su fortuna no terminarían en gol, fortuna que no se iba a ir ilesa. Perdidas fáciles de balón en las fronterizas que de haber sido otras las rivales, muy caro lo hubieran pagado. Pero mientras los errores de Gurrola no terminarían todavía en gol, vino uno garrafal de la portera local que sí tuvo consecuencias. Al minuto 16′, en una jugada triangulada por la lateral derecha entre Palafox, Prisca y Karime Abud, esta última se manda un centro de baja altura que nadie despeja, la pelota da un bote y de manera increíble la guardameta azul Jenni Amaro no se mueve y deja correr el balón perdiéndolo por completo de vista que termina pegando en el poste derecho para después incrustarse al fondo de las redes para una anotación inverosímil, que francamente nunca debió haber sido gol. La misma Abud estaba tan perpleja que no podía creer lo que había sucedido, pues fue poco lo que festejó el gol. La cruzazulinas se fueron al frente, un tanto cuanto tímidas, que sin embargo lograban culminar la jugadas. Alexa titubeaba cada que el balón llegaba a sus manos, avanzaban los minutos y la fortuna la favorecía. Pero la suerte de Gurrola estaba por terminar. Al minuto 42´, Ximena Ríos toma un balón y se lo lleva por todo el costado derecho y cerca de llegar a la línea final se frena para mandar un centro que llevaba en lo absoluto nada, pelota que llega a la dirección de Alexa, pero no mide le bote el balón que sólo manotea débilmente sin poder que llegue al fondo de las redes. A partir de entonces sus compañeras no dejaban de hablarle y alentarla a que se olvidara de lo que pasó, cosa que superó para la segunda mitad. Poco le duró el gusto para las celestes en su festejo, pues al minuto 46′, uno agregado de primer tiempo, Janelly Farías desde el círculo central manda pase filtrado exacto al movimiento de la zambiana Prisca Chilufya que la deja con ventaja y se lleva el balón sola para confrontar a Amaro a quien solo cruza hacia su derecha para meter el segundo de Bravas, siendo festejado por la africana con tal euforia que fue hasta la banca a cargar a su técnico Fernández. El silbatazo de Stephany Pérez Borja le daba fin a los primeros 45 minutos.
En el segundo tiempo el técnico celeste José Cevada decide cambiarle la cara a su plantel con cambios ofensivos que en efecto se notaron en el terreno de juego, más no con el suficiente punch como para reflejarlo en el marcador. Comenzaron a abrumar desde temprano a Bravas que parecía inminente el empate en cualquier momento. Las fronterizas necesitaban despertar para evitar la igualada, por lo que Fernández decide ingresar a su élite ofensiva para tratar de asegurar con goles el marcador, más que defender el de la ventaja y aunque las anotaciones tardaron en llegar, Cruz Azul en su afán de empatar descuido atrás dejando boquetes de espacio que al final resultaron un oasis para el tridente Casarez, Chilufya y Yuki Watari. Y no fue sino hasta el minuto 90′, cuando cae el lapidario para Bravas, mediante una gran jugada por parte de Emily Bautista a pase cedido de Ana Gaby Lozada. Bautista recibe, avanza unos metros y manda centro medido al área que de manera exquisita la zambiana Chilufya peina hacia la portería con tal precisión que la pelota techa por completo a Amaro que se lanzó inútilmente y solo terminar por ver como el balón se incrustaba en las redes para un gran gol de la velocista africana. Todavía faltaría el pilón, pues al minuto 96′, en el último agregado, la Chata Hernández cobra una falta por el lado izquierdo y manda un centro que en una serie de rebotes y cabezazos, el balón llega justo a los pies de Jasmine Casarez que con la portera de frente, con el pie derecho cachetea la pelota hacia arriba para mandarla al fondo y sellar la victoria de las fronterizas. Después de esa acción, llegó el silbatazo final.
La victoria sabe a gloria después de anteriores actuaciones que dejaron mucho a deber por parte de Bravas, pues ya comenzaban a tener problemas de ubicación en el terreno de juego. Dentro de una semana recibirán en el San Benito a las Xolas de Tijuana, en un partido de dos escuadras casi en igualdad de circunstancias hablando de posiciones en la tabla general. Fernández deberá tener en claro que no ha acertado en sus últimos parados, sobre todo antes Atlas y en el primer tiempo de este anta Cruz Azul. Se vienen partidos rudos, ante las de arriba y para entonces, el puntaje debe ser mayor del que se tiene, si es que se aspira a regresar a la liguilla