Los dos candidatos se acusan mutuamente de llevar el país a su destrucción, en un clima de gran división y animosidad
Trump gana en el caucus republicano de Dakota del Norte en la víspera del ‘supermartes’
DAVID ALANDETE
Corresponsal en Washington
06/03/2024
Donald Trump se despejó el camino en la noche de este supermartes 5 de marzo para volver a medirse en las elecciones de noviembre con Joe Biden. Será la primera vez en casi 125 años en que los dos cabezas de cartel repiten cuatro años después. De los dos sólo Trump tenía cierta competición, pero como ha hecho en la casi totalidad de votaciones anteriores, el expresidente se sacudió cómodamente a Nikki Haley, que fue su propia embajadora en la ONU y de la que ahora se burla llamándola «cerebro de pájaro».
Sólo en Vermont pudo Haley hacerle sombra a Trump, con una victoria muy ajustada tras un recuento más reñido que en el resto del país. No es indicativo de nada, porque en ese estado no gana un republicano unas presidenciales desde 1988. Hasta hoy, Haley sólo ha ganado Vermont y Washington, la capital federal, donde nunca en la era moderna ha ganado un republicano.
Trump se llevó anoche Alabama, Arkansas, Colorado, Minnesota, Carolina del Norte, Oklahoma, Tennessee, Texas y Virginia, entre otros. Hasta los estados que se consideran republicanos moderados —Massachusetts, Maine— optaron por Trump.
Esto demuestra que el electorado republicano está con el expresidente y este no se ve afectado por que pesen en su contra más de 90 cargos penales en cuatro causas que abarcan desde la malversación de fondos de campaña para pagar a actrices porno a incitar a la insurrección.
En su discurso de celebración en su mansión de Florida, Trump ya pasó a recuperar sus temas de la campaña de 2016: «Estamos sufriendo una invasión, es una invasión en toda regla». «Nos hemos convertido en un país del tercer mundo», dijo. El remedio es, argumentó, votarle a él. «Si no ganamos estas elecciones, este país se acaba».
Biden fue igual de duro, pero ni siquiera quiso comparecer ante los medios. En un comunicado, el presidente advirtió de lo que supone un regreso de Trump: «Está movido por quejas y engaños, pensando en su venganza, no en la gente. Quiere destruir la democracia, quitar derechos importantes como el de las mujeres de decidir sobre su salud, y hacer más recortes de impuestos para los ricos. Hará o dirá lo que sea para ganar poder».
Biden se llevó cómodamente los estados a los que se presentaba, entre ellos Alabama, Arkansas, Colorado, Maine, Massachusetts, Minnesota, Carolina del Norte, Oklahoma, Tennessee, Utah, Vermont y Virginia.
Su mayor problema en este momento no está a su derecha, sino a su izquierda. En las pasadas primarias de Michigan los activistas propalestinos se movilizaron para penalizarle por su apoyo a Israel y unos 100.000 de 760.000 votaron por la opción «no comprometido».
La noche electoral, como esta campaña de primarias de 2024, no tuvo ningún suspense. Aquellos años en que los candidatos peleaban por cada delegado eran cosa del pasado. El Partido Republicano está encantado con Trump, y el Demócrata se ha resignado a que Biden siga donde está, con el poderoso argumento de que ya consiguió vencer a Trump en 2020 y puede volver a hacerlo cuatro años después.
Los dos candidatos son los de más avanzada edad en presentarse a unas elecciones. Biden tiene 81 años y Trump, 77. Los dos son cada vez más propensos a los lapsus mentales. El presidente confunde a México con Egipto y a Macron con Mitterrand. Trump dice que ganó unas elecciones a Obama y se refiere a su mujer Melania como Mercedes. Ambos mantienen que su edad no será un impedimento para el ejercicio de sus funciones.
A pesar de sus victorias de anoche, los dos candidatos aun no se han asegurado la nominación. Eso es porque aun no se han concedido los suficientes delegados. Es muy probable que, al ritmo que va, Trump lo tenga todo atado de forma definitiva el 12 de marzo. Biden sumará suficientes delegados el 19