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La Corte Suprema de EE.UU. falla a favor de Trump y le permite aparecer en las boletas presidenciales

El equipo legal de Trump apeló esa decisión y la Corte Suprema escuchó los argumentos de cada parte del caso el 8 de febrero.

Otros estados tenían juicios similares en deliberación.

«Pero los estados no tienen poder bajo la Constitución para hacer cumplir la Sección 3 con respecto a los cargos federales, especialmente la presidencia», fallaron los jueces de la Corte en una decisión unánime.

Su decisión ahora impera sobre los criterios que puedan tener tribunales inferiores.

El fallo es clave en este momento, pues se da la víspera del llamado «supermartes», el día en que los republicanos de 15 estados votarán en las elecciones primarias.

Trump ha ganado todos los estados hasta ahora, excepto el Distrito de Columbia que se decantó por la exembajadora de EE.UU. ante la ONU Nikki Haley.

De ganar Trump el «supermartes», como está previsto, prácticamente sellará su nominación a la Casa Blanca.

“¡¡¡Gran noticia para EE.UU.!!!”, celebró Trump en su red social Truth Social.

El caso contra Donald Trump en Colorado fue presentado por Citizens for Responsibility and Ethics in Washington (CREW), una organización que se considera apartidista.

Su presidente, Noah Bookbinder, señaló en un comunicado que la decisión de la Corte «no exoneró a Donald Trump de incitar a la insurrección».

«La Corte tuvo la oportunidad de exculpar a Trump de la conclusión de que incitó a la insurrección, y decidió no hacerlo. En su lugar, simplemente dictaminó que los estados no tienen el poder de hacer cumplir la Sección 3 de la Enmienda 14 a menos que el Congreso diga que pueden hacerlo», prosigue.

«Dejaron escapar a Trump por un tecnicismo», añadió. «Pero en esta sentencia hay una victoria para nuestra democracia: Trump pasará a la historia como un insurrecto».

¿Qué pasó el 6 de enero?

El día de los disturbios en el Capitolio de Estados Unidos en 2021, los partidarios de Donald Trump irrumpieron en el Congreso en momentos en que los legisladores certificaban la victoria electoral de Joe Biden.

Ese día, el entonces presidente celebró un mitin frente a la Casa Blanca en el que repitió afirmaciones falsas de fraude electoral masivo mientras instaba a los manifestantes a «luchar como locos», pero también a marchar «pacíficamente» hacia el Capitolio.

La Corte Suprema de Colorado falló que la participación de Donald Trump ese día equivale a insurrección. Y por ello, dijeron que estaba descalificado para estar en la papeleta electoral.

Pero los abogados de Trump argumentaron que no fue una insurrección, y que incluso si lo fuera, Trump no «participó» en ella.

En términos generales, una insurrección implica que un grupo organizado utiliza la violencia para rebelarse o sublevarse contra el gobierno. Y aunque mucha gente califica el 6 de enero de insurrección, es una acusación inusual y difícil de probar.

Por eso las penas de cárcel más duras desde ese día han sido por cargos de conspiración sediciosa (que tiene más que ver con la incitación a la conspiración), y no por insurrección

La Corte Suprema ha dado un portazo al intento de Colorado de borrar a Donald Trump de su papeleta de las primarias, y a todos los demás estados que lo han hecho o lo están considerando.

La decisión de quitarlo o no de la papeleta electoral en virtud del texto de la 14ª Enmienda posterior a la Guerra Civil corresponde exclusivamente al Congreso, según el alto tribunal.

Y aquí es donde la división ideológica de la Corte (6-3) vuelve a hacer acto de presencia.

Los tres jueces liberales del tribunal, aunque coincidieron en que Colorado fue demasiado lejos, quisieron dejar la puerta abierta a otras iniciativas nacionales para considerar si Trump es elegible para presentarse.

«La Corte Suprema debería haber evitado lo que hace hoy», escribió la jueza Sonia Sotomayor, citando una postura disidente en el juicio de los excandidatos George W. Bush y Al Gore, el último gran caso electoral que consideró el tribunal.

En su lugar, la campaña presidencial de Trump continúa sin obstáculos, con la probabilidad de que el Congreso se pronuncie sobre la elegibilidad del expresidente esencialmente igual a cero