Arturo Marvill 8 febrero, 2024
Con broncas, expulsión, polémica y unas rivales que no esperaban que les jugara así, FC Juárez Femenil consiguió una de sus victorias más peleadas y sufridas de su historia. Las Cañoneras de Mazatlán llegaban, si bien no como víctimas destrozables seguras, sí como no favoritas ante Bravas que, más que sorprendidas ellas, fue a su técnico que las rivales lo agarraron de sorpresa, dando la impresión de que no había hecho la tarea en su labor de espionaje deportivo. Es evidente que la ausencia de la zambiana Chilufya está pesando en el accionar ofensivo de las fronterizas, pues su velocidad es la que hace temblar a las defensas contrarias y su fuerte conexión con Casarez, hace mucha falta. Hoy Fernández quiso improvisar y por poco lo paga muy caro.
El primer tiempo las locales dio la impresión de haber entrado sobradas, tal vez en remembranza de los últimos marcadores entre estas escuadras donde Bravas había dominado a las mazatlecas. Fernández evidentemente había errado en el planteamiento y alineación inicial, como subestimando al rival. Las verdes no acertaban en los pases, tímidamente se arrojaban al frente frente a unas visitantes que se presentaban totalmente diferentes a lo enfrentado anteriormente. Pero las verdes al parecer no estaban enteradas de la renovación tanto en el esquema de juego como en el plantel de las moradas, tanto que al minuto 4′, se vieron sorprendidas por unas Cañoneras que peleaban todos los balones y justo en ese momento un balón filtrado en cancha de Bravas que pudo ser fácilmente cortado por Karime Abud, pero lo hace infame y le deja la pelota a la canadiense Bouak, que se abre el espacio y suelta un disparo de media distancia que vence por arriba a Masciarelli, que aunque daba la impresión de haberse lanzado tarde por ese balón, de cualquier forma se vio superada y el San Benito se convertía en un silencio sepulcral y de sorpresa. Bravas intentó ir al frente por el empate, pero el desorden reinaba en el cuadro local, con pésimos pases y una Norma Palafox totalmente desconectada no solamente con sus compañeras sino con el balón mismo. Al minuto 18′, viene un cobro indirecto de media distancia de Mazatlán, el balón por arriba no es despejada ni rematada por nadie, en todos los rebotes que la defensa de Bravas no fue capaz de despejar, en un de esos le cae a Samantha López, que de aire prende la pelota de izquierda en un remate que tampoco parecía tener mucho, pero la colocación de Masciarelli no era la adecuada y la sorprende por arriba y pegada al palo derecho. Bravas seguía intentando, pero seguía con malos pases y pésimos cobros de tiros libres y sus llegadas eran más que endebles hasta el silbatazo de la arbitra Monserrat González que marcaba el final del primer tiempo.
En el segundo tiempo entraron tres cambio de golpe. El mal partido de Palafox le significó su salida para la entrada de Yuki para tratar de enmendar lo que dejó de hacer la sonorense. Había que corregir totalmente. Y la japonesa-brasileña marcó enorme diferencia. Pronto Bravas se adueño del balón y de las oportunidades. Mazatlán se replegó por completo y comenzó a fingir dolencias y lesiones para ganar tiempo. Pero era cuestión de minutos para el primero de las verdes. Al 52′ un centro al área que llega a la cercanía de Yuki, esta intenta ir en búsqueda del balón y recibe un claro empujón por la espalda por parte de Cristina Torres. Penal marcado por Monserrat. Jass Casarez pide la pelota, su disparo es adivinado por la portera Alondra García, pero no retiene el balón y el rebote le queda cerca a Jasmine que contrarremata para acercar a las locales. Bravas no soltó más el balón, las mazatlecas ya no iban al frente. Al abordaje de Bravas vino respuesta del técnico visitante con cambios defensivos. Pero no iba a detener a las locales ni con el muro de Berlín. Una y otra vez, hasta que al minuto 79′, un tiro de esquina de Andrea Sánchez es cortado por la defensa, pero le vuelve a caer a Andrea que recentra y el balón es tímidamente despejado por una jugadora mazatleca, que le queda en corto a Janelly Farías que dispara con potencia la pelota que por poco rechaza la portera visitante, pero el balón la desvía muy ligeramente, no lo suficiente para evitar que la pelota entrara pegado al poste derecho para el empate. Las fronterizas olieron sangre y querían los tres puntos. Mazatlán parecía resolver que el empate era un marcador magnífico y no buscó la anotación. Pero Bravas quería más. Se cumplían los 90 reglamentarios. Monserrat Gonzáles ordenaba otros 7 más y al minuto 95′, viene un tiro de esquina más, la pelota va a media altura que da un bote primero y llega al manchón de penal donde Janelly Farías se anticipa a la marca de la China Curiel y de pierna derecha cachetea la pelota para desviarla hacia la portería pegado al poste izquierdo fuera del alcance de García para el gol del gane y la locura en las tribunas. Dio la impresión de que Farías había cometido falta sobre Curiel para poder rematar, situación que no fue sancionada por Monserrat y se daba la anotación por buena. Segundos antes del final, se armaron los empujones y manotazos cerca de las bancas, situación que provocó la expulsión de Andrea Sánchez que había entrado de cambio al comienzo de la segunda mitad, tiempo suficiente para recibir par de tarjetas amarillas. El silbatazo final fue de fiesta y sello del paso perfecto de Bravas en su casa.
La oncena verde tendrá una larga pausa debido a la reprogramación de su siguiente partido, nada menos que ante las campeonas Amazonas en el Volcán, que se jugará hasta dentro de poco más de dos meses. Aunado a esto habrá una fecha FIFA, por lo que las chicas dirigidas por Oscar Fernández habrán de entrar en actividad hasta el domingo 3 de marzo, cuando reciban la visita de las rojinegras del Atlas en el San Benito. La pausa servirá para la recuperación de la zambiana Prisca Chilufya y de la portera Masciarelli, que en este partido a la mitad sufrió de un tirón, pero que no la sacó del partido. Se sigue en zona de calificación, pero se vienen los partidos duros en el calendario. No bajar los brazos y pelearle a quien sea, deberá ser la constante