Desde su llegada a la dirección, siempre ha respetado los resultados de este tipo de votaciones
Musk somete su continuidad en Twitter a una encuesta entre usuarios
Elon Musk ha perdido la encuesta lanzada la pasada madrugada en la que consultaba a los usuarios de Twitter si debía continuar en el cargo de director ejecutivo de su red social. Después de 12 horas de votaciones, en las que han participado más de 17 millones de cuentas, el 57,5 % de los internautas han señalado que el magnate debe abandonar su cargo como CEO de la empresa.
El magnate también lo utilizó para consultar a la comunidad sobre el restablecimiento de los periodistas bloqueados a finales de la semana pasada por informar sobre las nuevas políticas de Twitter contra la compartición de la ubicación en tiempo real de personas.
Atendiendo a que, durante en tiempo que lleva en el cargo, el empresario sudafricano ha aceptado los resultados de todas las encuestas que ha lanzado en la plataforma, todo indica que, en breve, anunciará su decisión de abandonar el cargo de director ejecutivo de la red social.
Para cerrar la semana, con Musk en Qatar viendo la final del Mundial de fútbol acompañado del yerno de Donald Trump, Jared Kushner, la red social anunció a través de un tuit la decisión de realizar unos cambios en sus políticas para prohibir a los usuarios compartir publicaciones con enlaces en los que se invitase a emplear redes sociales de la competencia, como Facebook, Instagram, Truth Social o Mastodon.
La ola de críticas provocada por esta medida, que fue eliminada horas después por la plataforma, llevó al propio magnate a disculparse en un tuit. «En el futuro, habrá una votación para cambios de política importantes. Mis disculpas. No volverá a pasar», prometió.
Casi dos meses de caos
En las escasas semanas que Elon Musk ha estado al frente de Twitter, más de la mitad de los empleados con los que contaba la aplicación han abandonado la empresa, ya sea por decisión del magnate o de los propios trabajadores. El propietario ha intentado comenzar a poner las bases para convertir la red social en una ‘super app’ al estilo de WeChat en China con la que romper el estancamiento empresarial y funcional en el que llevaba inmersa la desde hacía años.
Bajo su mando, también se ha intentado potenciar Twitter Blue -el servicio para suscriptores de la red social- añadiendo el famoso signo de verificación al paquete, que, en total, ha pasado a tener un precio de ocho dólares mensuales para el común de los usuarios a no ser que se suscriban desde la ‘app’ para dispositivos de Apple. En esos casos la factura sube hasta los 11 dólares.