El exmandatario panista se dedicará a labores académicas en una institución del expresidente José María Aznar
Felipe Calderón. Se dedicará a actividades académicas en España.
Por Publimetro México
El expresidente Felipe Calderón ya alista su “exilio” en España para el próximo año, cuando uno de sus excolaboradores, Genaro García Luna, enfrentará un juicio en Estados Unidos por sus vínculos con el Cártel de Sinaloa cuando fungía como secretario de Seguridad Pública.
De acuerdo con información de el diario El País, Calderón Hinojosa fue ayudado por su amigo y expresidente español, José María Aznar, quien le dio la oportunidad de desempeñarse como académico en el Instituto Atlántico de Gobierno, gracias a lo cual el exmandatario mexicano pudo autorizar su visa para residir de manera legal en el país.
En este sentido, el expresidente de México entraría al país con la categoría de “personal altamente cualificado”, con la que se podrá dedicar a la docencia a lo largo de dos años, con la posibilidad de renovar hasta por cinco años dicha autorización de residencia en territorio español.
Según una entrevista que le realizó el diario a Calderón y su equipo de trabajo, se dedica a ser “consultor y conferencista”, razón por la que viaja de manera frecuente a países de Europa y Medio Oriente. Ahora, en su labor analizará la situación política y económica en Iberoamérica.
Además, en la información revelada por el equipo del expresidente, se asegura que Calderón Hinojosa ha vivido desde el término de su gestión, en 2012, de su trabajo en la academia, con lo que se mantiene en la actualidad.
Felipe Calderón no es el único presidente mexicano que ha buscado residir en España, pues Enrique Peña Nieto fue quien se envolvió en la polémica por habitar una lujosa vivienda en Madrid gracias a un visado dorado emitido por el gobierno a grandes inversores, empresarios o quienes tengan propiedades
Por su parte, Carlos Salinas de Gortari obtuvo la nacionalidad española por medio del Ministerio de Asuntos Exteriores español con el mecanismo dirigido a descendientes o sefardíes, después de iniciar la solicitud en 2019.
“Se trata, al final del día, de un derecho de los mexicanos, para cuyo ejercicio, como el de cualquier otro derecho de nueva generación, no se requiere acreditar ninguna justificación”, dijo.