Una anomalía surgió durante la misión NS-23, el último lanzamiento del cohete New Shepard de Blue Origin, propiedad de Jeff Bezos, el lunes por la mañana.
La misión, que llevaba tres docenas de cargas útiles científicas, despegó correctamente, pero mientras se encontraba a unos 9,000 metros, su sistema de escape que separa de forma segura el cohete de su cápsula se activó repentinamente, alejando ambos componentes de forma segura al minuto y cuatro segundos del despegue.
En la transmisión oficial, Blue Origin no explicó la anomalía, misma que al momento de esta publicación sigue sin estar clara, donde parecía que el sistema de terminación de vuelo del cohete se había activado pasado el max Q, el momento en que el vehículo sufre la mayor presión dinámica durante su vuelo.
Pasada esta etapa se pudo apreciar una columna de fuego anómala en el motor del cohete, mientras el vehículo se encontraba acelerando a su trayectoria suborbital, y justo antes de que se activara el sistema de escape de la cápsula, algunos fragmentos del cohete parecen separarse.
Este vuelo era el noveno realizado por el propulsor, donde el sistema de escape funcionó de acuerdo a las previsiones, por lo que si la cápsula hubiera contado con tripulación, habría experimentado fuerzas gravitacionales altas antes de aterrizar nuevamente en el desierto de Texas, tal y como lo hizo el vehículo.
Una racha «rota» para la compañía
Blue Origin no había registrado problemas desde el vuelo inaugural de su cohete, el 29 de abril de 2015, donde el vuelo fue según lo esperado y la cápsula aterrizó de forma segura, pero el cohete se había estrellado.
Desde ese momento, la compañía había realizado 20 vuelos y aterrizajes exitosos continuos, recuperando de forma segura el cohete y la cápsula espacial. Entre estos se encuentran seis tripulados, entre los cuales se encuentran el que llevó al propio Bezos, a Katya Echazarreta y al actor de Star Trek que dio vida al capitán Kirk, William Shatner.
Durante 2022 se tenían contemplados realizar seis vuelos espaciales tripulados, hasta ahora se habían completado tres, mientras que el resto estaban previstos durante los últimos meses del año, pero ahora, para poder diagnosticar, reparar y probar nuevamente los sistemas, estos viajes se verán atrasados.
Por su parte, la Administración Federal de Aviación señaló que supervisará una investigación sobre el incidente, y dependiendo de sus resultados, se determinará cuándo se pueden reanudar los vuelos.
A pesar del parecido, esta nave no es exactamente la misma que ha llevado vuelos espaciales tripulados, pues el RSS HG Wells, el que realizó el vuelo del lunes, estaba dedicado solamente a volar en misiones científicas, mientras que la versión modificada para pasajeros, RSS First Step, es un vehículo más nuevos solamente para viajes con humanos.
Lanzamiento Mision Ns 23
El momento de lanzamiento de la misión NS-23
Blue Origin cuenta solamente con cuatro propulsores hasta ahora, el Booster 1, mismo que se perdió en el vuelo de 2015, el Booster 2, retirado en 2016 tras probar de forma exitosa el sistema de escape en su quinto lanzamiento, Booster 3, el cohete operativo más antiguo de la compañía que fue lanzado este lunes y voló por primera vez en diciembre de 2017, mientras que el Booster 4, el más nuevo, únicamente se ha utilizado para lanzamientos tripulados.
Por lo pronto la compañía no ha revelado información sobre las causas del problema, y en el caso del propulsor, detalló que este había impactado contra el suelo, quedando posiblemente destruido en el proceso.