La declaración se da después de que la nación norteamericana registre en torno a 7.000 casos. Esta acción se da para que se pueda disponer de ayudas económicas de los fondos emergencia para facilitar la gestión en la obtención de vacunas y tratamientos para la enfermedad.
Estados Unidos dio un nuevo paso al declarar la emergencia sanitaria ante el aumento de casos registrados por la viruela del mono, que ya afecta a 48 estados de la nación norteamericana. La declaración se da ante la rápida expansión que ha tenido la enfermedad en las últimas semanas, ya que se estima que hay un total de 7.000 casos, aunque no se ha registrado ningún fallecimiento.
El nombramiento de la emergencia sanitaria permitirá a la nación acceder a los fondos de emergencia destinados a combatir cualquier tipo de crisis sanitaria. Además, ayudará a la distribución de medicamentos y suministros para tratar la enfermedad.
Aunque la declaración a nivel federal ha llegado este 4 de agosto, algunos estados como Washington, Nueva York y Georgia se habían adelantado al declarar la emergencia para asegurarse la llegada de los bienes necesarios. Cabe recordar que la OMS considera como emergencia sanitaria a esta enfermedad desde el pasado 23 de julio, aunque todavía no ha alcanzado la categoría de pandemia.
La declaración corrió a cargo del secretario de Salud, Xavier Becerra, quien aseguró que están preparados «para llevar la respuesta al siguiente nivel». Además, insistió a que «todos los estadounidenses se tomen en serio la viruela del mono y se responsabilicen para ayudarnos a hacer frente a este virus».
Una vacunación lenta contra la viruela del mono
A comienzos de esta semana, la Casa Blanca anunció la creación de un grupo de respuesta ante la propagación de la viruela del mono, después de sufrir críticas por su lentitud a la hora de comprar vacunas y tratamientos.
Por el momento, Estados Unidos ha administrado de forma completa 1,1 millones de dosis contra la viruela del mono, que inmunizan a unas 550.000 personas de los 1,6 millones que han sido identificados como «alto riesgo».
La escasez a nivel global de vacunas contra esta enfermedad ha hecho que desde Estados Unidos se planteen el administrar a cada persona solamente una quinta parte de la dosis, para abarcar un número mayor de personas.
Por el momento la extensión y la gravedad de esta enfermedad está siendo mucho más lenta y menos mortífera que la que se experimentó con el Covid-19 en 2020, aunque los expertos advierten de sus consecuencias entre la población más vulnerable, que van desde las pústulas a la fiebre muy alta.
Por el momento, la viruela del mono ha registrado solamente tres muertes fuera de África, lugar de donde es endémica. Una de ella en Brasil y otras dos en España, uno de los países con una tasa de contagio por habitantes más alta del mundo. Sin embargo, los expertos coinciden en señalar las preocupaciones que existen ante la salida de esta enfermedad de su entorno habitual en la zona tropical del continente africano.
Con EFE