China se niega a reconocer como estado independiente a Taiwán y argumenta que es parte de su territorio, lo mismo que piensa sobre Hong Kong
Xi Jinping y Joe Biden
“Los que juegan con fuego se quemarán”, enfatizó en evidente referencia a las repercusiones. foto afp
Las cosas en el mundo no están nada tranquilas, todo lo contrario.
Recientemente se dio a conocer que el presidente de China, Xi Jinping, advirtió (o amenazó) a Joe Biden sobre ‘no jugar con fuego’ en torno a la situación de Taiwán.
“Los que juegan con fuego se quemarán”, enfatizó en evidente referencia a las repercusiones que desatará la presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, si visita Taiwán en su gira por el continente asiático que arranca hoy.
¿Por qué molesta a China que EU visite Taiwán?
China se niega a reconocer como estado independiente a Taiwán y argumenta que es parte de su territorio, lo mismo que piensa sobre Hong Kong.
China considera a Taiwán como “la isla rebelde”, no obstante, ellos se ven a sí mismos como un país independiente aunque no han declarado aún su independencia de manera oficial.
Diversos gobernantes de ambas partes han intentado en diversos momentos bajar las tensiones, pero en 2005 se creó la llamada Ley Antisecesión la cual contempla que China podría recurrir a medidas no pacificas contra Taiwán si intenta separarse oficialmente.
El ejército de China no se quedará nunca con los brazos cruzados y definitivamente tomará medidas energéticas para frustrar la interferencia de cualquier fuerza externa y los planes de los separatistas para la independencia de Taiwan, dijo Tan Kefei, vocero del Ministerio de Defensa.
Joe Biden
por su parte aseguró que esto no cambiará su objetivo de apoyar la independencia de Taiwán y de considerar una sola China a Pekín.
La visita de Nancy Pelosi se enmarca en las intenciones de Xi Jinping de ir por un tercer mandato y en los peores resultados económicos de china en dos años.
Una reunión no amigable
Joe Biden y Xi Jinping, acordaron este jueves preparar una reunión presencial durante una conversación telefónica de más de dos horas.
Según una funcionaria estadounidense que pidió el anonimato los dos dirigentes, que todavía no se reunieron cara a cara desde que Biden fue elegido presidente, acordaron que sus equipos busquen el momento apropiado para hacerlo. No se anunció una fecha.
Las dos partes calificaron la llamada telefónica – la quinta reunión virtual entre ambos- de “franca”, un término diplomático que significa que sigue habiendo muchos desacuerdos.
Aunque altos cargos estadounidenses visitan Taiwán con frecuencia, China considera que el viaje de Pelosi, una de las principales personalidades del Estado, es una gran provocación.
El general Mark Milley, jefe del Estado Mayor de Estados Unidos, declaró a la prensa que si Pelosi pedía “apoyo militar”, él “haría lo necesario” para garantizar que transcurra con seguridad.
– “Aranceles, sin cambios” –
Las tensiones en torno a este viaje son solo una parte del problema. Estados Unidos teme que el presidente Xi esté considerando el uso de la fuerza para controlar a Taiwán.
Hasta hace un tiempo se consideraba improbable una invasión pero los observadores están cambiando de opinión y ya no lo descartan.
Las declaraciones contradictorias de Joe Biden sobre Taiwán (en mayo dijo que Estados Unidos defendería la isla, y más tarde la Casa Blanca insistió en que mantenía la llamada política de “ambigüedad estratégica”) no ayudaron.
Según la Casa Blanca, el principal objetivo de Biden es establecer “salvaguardas” para las dos superpotencias para evitar un conflicto abierto.
En la conversación de este jueves no se tomaron decisiones sobre el tema de los aranceles del 25% impuestos por el expresidente estadounidense Donald Trump sobre productos chinos por valor de miles de millones de dólares.
Sobre los aranceles, Biden expresó a Xi las preocupaciones “sobre las prácticas injustas de China que perjudican a los trabajadores y las familias estadounidenses, pero no habló de los posibles pasos que podría dar”, declaró la funcionaria estadounidense a los periodistas.