Con solamente siete victorias previas en su carrera, el danés Jonas Vingegaard se coronó en la prueba más importante del ciclismo mundial.
La prueba ciclista más importante del mundo tiene campeón primerizo en Campos Eliseos, ya que el danés Jonas Vingegaard, de 25 años y caracterizado por ser un fenomenal escalador sobre pedales, conquistó este domingo su primer Tour de Francia, cuya vigesimoprimera y última etapa fue ganada por el esprínter belga Jasper Philipsen.
Espectacular, rápido y agotador para los 135 supervivientes, el Tour permanecerá en la historia por el nuevo récord de velocidad media (42 km/h), la intensidad de las batallas diarias y también por ser la primera derrota del esloveno Tadej Pogacar, vencedor en las últimas dos ediciones.
Esta victoria: «Es simplemente enorme para mí, es increíble», afirmó el danés, visiblemente emocionado en los Campos Elíseos y que agradeció a su equipo Jumbo el trabajo realizado, pese a los errores cometidos que le llevaron a estar al borde de caídas en su bicicleta en varias ocasiones, pero se rehízo con la ayuda de su equipo y sobre todo de un fiel y omnipresente Wout Van Aert.
«Hay tanta gente a la que quiero dar las gracias, no sé por quién empezar», declaró, citando a los organizadores de ASO «por haber llevado el Tour a Dinamarca, una de las mayores experiencias de mi vida».
A falta de autoridad o de carisma, el danés seduce a sus compatriotas, que le tributaron una ovación a la salida desde Copenhague. Ahora le espera «una semana loca» en su país y se interroga sobre las consecuencias de este salto de nivel en su vida.
Lejos de cualquier exceso de confianza, se muestra decidido a regresar por una segunda victoria, sin marcarse un objetivo de una serie de victorias récord, lógico en un corredor que antes de este Tour apenas contaba con siete victorias como profesional.