repentina detención de la respiración y del latido cardíaco en un individuo
Un paro cardiorrespiratorio (PCR) es la repentina detención de la respiración y del latido cardíaco en un individuo. Puede ocurrir por diversas causas, algunas de las más típicas son ahogo por inmersión o choque eléctrico, efectos de anestesia u otros fármacos, esfuerzo físico muy extremo.
Implica la detención de la circulación de la sangre y, por lo tanto, la interrupción del suministro de oxígeno al cerebro. Si un paciente entra en este estado la muerte es inminente, lo que requiere una intervención inmediata a través de reanimación cardiopulmonar (RCP), es decir, compresiones torácicas y respiración artificial. Antes de iniciar la RCP se debe avisar inmediatamente a los servicios de urgencia más cercanos para comunicar el estado de la víctima y la dirección exacta del lugar, y no se debe abandonar la RCP en ningún momento sin la indicación de un profesional sanitario titulado.
A veces se habla simplemente de paro circulatorio o paro cardíaco. De no tratarse en unos cuantos minutos el paro cardíaco generalmente provoca la muerte.
Primeros auxilios
CADA SEGUNDO CUENTA
Solicite ayuda inmediatamente o envíe a alguien a buscar ayuda.
Empiece una reanimación cardiopulmonar (RCP). La RCP sólo le permite ganar tiempo mientras la ayuda llega pero no restablece la actividad del corazón.
Busque o pregunte por un desfibrilador externo automático, y, si lo hay, utilícelo inmediatamente. Hay que recordar que la causa más frecuente es la fibrilación ventricular, con lo que una desfibrilación lo más pronto posible es el tratamiento más eficaz.
Con las maniobras de RCP (reanimación cardiopulmonar) básicas, ganaremos tiempo hasta la llegada de ayuda médica. La secuencia de masaje y médica. La secuencia de masaje y respiración artificial es, para adultos y niños fuera del hospital, 30 compresiones por 2 ventilaciones (ya sea realizada por uno o dos reanimadores). Las compresiones se deben hacer en el centro del pecho. Estas son recomendaciones actuales para una RCP básica, publicadas por el ERC en diciembre de 2005.[1] Recientemente (a final de 2010) se han actualizado las recomendaciones del Consejo Europeo sobre Reanimación.[2]
Desfibriladores externos automáticos
La ERC en sus recomendaciones indica también que el tratamiento de los paros cardíacos mediante las maniobras de reanimación cardiopulmonar son necesarias pero no suficientes para salvar una vida e indica la necesidad del uso de la desfibrilación.
Estos equipos son de muy sencillo funcionamiento. Están pensados para que cualquier persona que tenga el certificado y el curso obligatorio, pueda utilizarlo. Para ello, ayudan al rescatador tanto a la utilización del desfibrilador, como también le guían en la realización del RCP, mediante instrucciones habladas en el idioma oficial del país.
Cuidado de campo
El personal entrenado aplica protocolos de apoyo de vida cardíaca avanzados en cuanto llegan, a menos que haya una orden válida de “no reanimar” (do not resucitate, DNR, en inglés) o similar previa. Si es así, es éticamente correcto permitir que sobrevenga la muerte natural de acuerdo con los deseos del paciente.
Tratamiento hospitalario
En muchos hospitales, el paro cardíaco da lugar a que uno de los cuidadores anuncie un «código azul» (o el equivalente local) para la respuesta inmediata de un equipo entrenado de enfermeros y doctores. Habitualmente las habitaciones de hospital cuentan con un carro de paradas donde se concentran todos los elementos necesarios para reaccionar ante una parada cardiorrespiratoria, lo cual permite a los profesionales dar una rápida respuesta. El equipo continúa dando apoyo de vida cardíaca avanzado hasta que el paciente se recupera o hasta que un médico declara la muerte del paciente.
Causas
En ocasiones es evidente: traumatismo, electrocución, ahogamiento, asfixia,
medicamentos, pero también infarto de miocardio en curso.
asistolia: el corazón no muestra signos de actividad, ya no late. Esto se puede deber a ciertos trastornos de la circulación cardiaca.
actividad eléctrica sin pulso (AESP) y antes denominada disociación electromecánica: el corazón tiene una actividad eléctrica normal, pero no bombea, por ejemplo está comprimido por un hematoma, o bien a causa de un shock hipovolémico: la presión de la sangre ha bajado demasiado, o demasiado rápidamente, y la bomba cardiaca se ralentiza (hemorragia no controlada, aflojamiento de un torniquete o de un punto de compresión, síndrome de Bywaters, descompresión del pantalón anti-shock sobre una persona en colapso cardiovascular)