Durante el 2021, quizás por los efectos de la pandemia, se disparó un nuevo modelo redituable de oferta de contenidos bajo demanda, además del de suscripción, que es el de contenidos gratuitos sostenidos con publicidad.
El crecimiento de la oferta de contenidos audiovisuales a través de las plataformas de servicio streaming, también conocidos como bajo demanda u OTT (Over-The-Top), y la manera en la que están modificando la industria del entretenimiento audiovisual en el mundo es a todas luces evidente.
Si bien a lo largo de la segunda mitad de la década pasada, plataformas como Netflix se adelantaron en el posicionamiento de su marca con estrenos de series virales y con la producción de cintas premiadas en los más grandes aparadores de la cinematografía mundial, la pandemia facilitó la incursión de nuevas competidoras y con ella la explosión de contenidos e ingresos para este revulsivo modelo de entretenimiento en el que en el último año se han instalado catálogos como Disney+, HBO Max y Paramount+.
Para el caso de nuestro país, de acuerdo con el estudio Oferta y Demanda de OTTs de Contenidos Audiovisuales en México, presentado esta semana por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), mientras que en 2016 se contabilizaban 71 plataformas streaming en operación, en el 2021 la oferta creció a 89 de estos servicios.
Pero el gran crecimiento de este mercado no ha sido tan significativo en la incursión de nuevas plataformas como sí lo ha sido con los catálogos, que cada vez se vuelven más vastos y diversos. Y es que en cuestión de seis años, la oferta se duplicó, al pasar de 15,328 películas disponibles en 2016 dentro de este universo del entretenimiento a 24,524 en 2021, mientras que las series o eventos ofrecidos por estas vías pasaron de 3,998 en 2016 a 8,412 en 2021.
Este crecimiento exponencial de contenidos, sumado a la oferta de estrenos audiovisuales directamente en las plataformas, sin pasar por las salas de proyección, un modelo cada vez más habitual, han posibilitado que en cuestión de cuatro años el valor del mercado streaming en México para el modelo de suscripción se haya más que triplicado: pasó de reportar un aproximado de ingresos anuales por 621.19 millones de dólares en 2018 a 1,899.98 millones en 2021.
El negocio siempre cambia
El estudio ofrece un seguimiento del peso de cada modelo de negocio dentro de los servicios streaming, donde el modelo de suscripción se ha mantenido como el más recurrente y, de a poco, ha venido ganando terreno hasta ocupar un 74% de la preferencia. Aunque durante el 2020, quizás por la irrupción de la pandemia, se dio una situación excepcional y el servicio por suscripción compartió prácticamente el mismo nivel de preferencia que los contenidos gratuitos. Ya para el 2021, incurrió un nuevo modelo rentable a partir de la explosión en el acceso gratuito: las plataformas de contenidos sin costo pero con publicidad, que fue consumida por el 71% del auditorio, mientras que la oferta por suscripción ocupó el 74% del consumo de los usuarios. Lo anterior indica que, en 2021 se dio una coexistencia entre dos maneras de ofrecer contenidos de entretenimiento bajo demanda.
Uno de los modelos de negocio que han perdido inercia en los últimos años es el denominado como “TV everywhere”, que ofrecen plataformas como Claro Video, Dish móvil, Izzi Go o Totalplay Go, el cual ocupaba el 32% del mercado en 2016, pero en 2021 ocupó solamente el 9%. En cambio, en 2021 el 13% del mercado fue ocupado por modelos de contenido gratuito sostenido por publicidad, como el que ofrecen plataformas como Pluto TV, Canela.TV o la propia YouTube.
El cambio de estafeta histórico en producción de series se dio en 2017, cuando Netflix terminó por imponerse a los operadores de cable. En 2021 Netflix tuvo el liderazgo con un total de 1,676 títulos únicos de producciones seriales, seguido por Izzi Go (1,401) y Amazon Prime (980).