A través del Día Mundial del Agua, Naciones Unidas busca concienciar sobre la importancia del recurso a nivel global. En la actualidad, un tercio de la población mundial vive con escasez de agua como consecuencia del cambio climático y del crecimiento demográfico.
La iniciativa para celebrar el Día Mundial del Agua surgió en 1992 durante la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Medio Ambiente y Desarrollo. Este evento, conocido como la Cumbre de la Tierra, se realizó en Río de Janeiro para fomentar la cooperación internacional para la sostenibilidad. La conferencia buscaba profundizar los principios medioambientales de la Conferencia de Estocolmo de 1972, la primera gran cumbre sobre esta materia. Por ello, los representantes de 179 Estados y de las principales ONG se reunieron para debatir sobre cuestiones como la promoción de energías renovables o el suministro limitado de agua.
El resultado de la cumbre fue la Agenda 21, un documento con propuestas para proteger el medioambiente. Abordaba aspectos como la lucha contra la sequía, la protección de las aguas dulces y la gestión ecológica de las aguas cloacales. Además, proponía la creación de un Día Mundial del Agua para educar sobre los problemas relacionados con este recurso. La Asamblea General de Naciones Unidas de diciembre de 1992 materializó la iniciativa mediante la resolución A/RES/47/193, que fijó el 22 de marzo como fecha oficial.
La importancia del agua para Naciones Unidas
La ONU ya abordaba las cuestiones relativas al agua desde la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Agua de 1977 en Mar del Plata, Argentina, cuando se reconoció como derecho humano. En ese sentido, el Día Mundial del Agua se encuadra en la estrategia para que todo el mundo tenga agua potable y saneamiento. Este propósito forma parte del Objetivo de Desarrollo Sostenible número 6 de la Agenda 2030, el plan que la ONU desarrolló en 2015 para continuar con los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Desde entonces, Naciones Unidas ha formulado iniciativas para promover y garantizar este propósito. Cada edición del Día Mundial del Agua se enfoca en una temática, como las aguas subterráneas en 2022, que constituyen el 30% de las reservas de agua dulce en el planeta. Además de la cita, la ONU ha celebrado eventos como el Año Internacional de Cooperación en la Esfera del Agua en 2013. Junto a ello, ONU-Agua es desde 2003 el mecanismo de coordinación interinstitucional para asuntos relacionados con el agua dulce. Fuera de la organización, el Consejo Mundial del Agua organiza el 22 de marzo de cada tres años el Foro Mundial del Agua, el evento más importante del mundo sobre esta materia.
Escasez y contaminación, los problemas del agua en el mundo
Mientras el crecimiento demográfico y el desarrollo económico han aumentado la demanda de agua, el incremento de las sequías e inundaciones por el cambio climático ha dejado a un tercio de la población mundial con escasez. Naciones Unidas espera que sean dos tercios para 2025 y le ha dado al ODS 6 una importancia capital. Este desabastecimiento no es homogéneo: Oriente Próximo y el norte de África son las regiones más afectadas por la falta de agua, y nueve de los diez países con menos agua potable son africanos.
La pandemia del coronavirus también ha enfatizado la relevancia de tener agua de calidad para garantizar una buena higiene. Naciones Unidas calcula que unos mil niños mueren al día por enfermedades diarreicas asociadas al aseo. Asimismo, el aumento de la contaminación en la hidrosfera también destruye la biodiversidad y deteriora los alimentos. Por todo ello, la ONU ha promovido un programa de monitoreo del abastecimiento de agua y del saneamiento a través de la Organización Mundial de la Salud y Unicef, y ha acelerado el ODS 6 mediante el Decenio “Agua para el Desarrollo Sostenible” 2018-2028.