Después de días de disputas legales entre el gobierno de Australia y el tenista número uno del mundo, el serbio Novak Djokovic, por permitirle o no jugar en el Grand Slam de ese país al no haberse vacunado contra el Covid-19, disposición obligatoria para todos en Australia.
“Puedo confirmar que Djokovic ya se fue de Australia”, informó a través de Twitter Alex Hakwe, ministro de salud australiano, quien el viernes pasado insistió en que el serbio debía abandonar el país por lo que por segunda ocasión le fue cancelada su visa.
Con la deportación del tenista mejor rankeado del ATP, éste se pierde la oportunidad de defender su título en el primer torneo de temporada, en el que buscaba obtener su victoria 21 de Grand Slam para superar el empate que mantiene con el español Rafael Nadal y el suizo Roger Federer con 20 victorias cada uno.
El deportista balcánico partió este domingo alrededor de las 22:50, hora local, en un vuelo de la aerolínea Emirates que lo llevaría a Dubái, tras la resolución de tres jueces del Tribunal Federal Australiano, quienes avalaron, por unanimidad, la legalidad de la decisión del gobierno de Australia de revocar el visado del tenista por mentir en su declaración de ingreso al país en la que aseguraba que no había visitado algún otro país las dos semanas previas a su llegada, pese a haber estado en España.
Para salir del Australia, el tenista fue escoltado por el aeropuerto por miembros de la policía de ese país mientras esperaba su embarque en el que estaba acompañado por su equipo cercano y de su padre, quien en todo momento permaneció a su lado.
Tras el fallo, “Nole” se dijo “profundamente decepcionado” por la cancelación de su visado, y pidió tiempo para “descansar y recuperarse” antes de hacer nuevas declaraciones al respecto, sin embargo, asegurar las decisiones de las autoridades australianas.
“Respeto el fallo de la Corte y cooperaré con las autoridades pertinentes en relación con mi salida del país”, dijo a través de un comunicado previo a abandonar Australia.
La llegada la semana pasada de Djokovic a Melbourne, con una exención médica por no estar vacunado, generó una ola de indignación y puso en el centro del debate la vacunación contra covid-19 en el país oceánico, justo en el momento en que estallaba una crisis por un incremento acelerado de los contagios, debate que mantuvo dividas las opiniones sobre si se debía poner por encima el derecho a decidir no vacunarse o el bienestar colectivo a mantenerse sano.